Sábado 23 de Noviembre de 2024

RADIO Y TELEVISIÓN

17 de enero de 2016

Szpolski-Garfunkel: el escándalo del mayor grupo kirchnerista de medios

Un escándalo mayúsculo impulsado por el gobierno de Cristina Kirchner. Medios que vivieron exclusivamente de la pauta oficial, impulsados por la necesidad de sostener el "relato", hoy tienen que cerrar sus puertas

El grupo Veintitrés está integrado actualmente por las revistas Cielos Argentinos (que supo distribuirse en Aerolíneas Argentinas y ahora Szpolski dice vender a Aeropuertos Argentina 2000) y 7 Días, los diarios El Argentino (gratuito que tiene ediciones locales en Córdoba, Mendoza, Rosario, Mar del Plata y el conurbano Sur y Norte) y Tiempo Argentino; y las radios AM Splendid y AM América, y las FM Vorterix Rock y Rock & Pop, además del portal de noticias InfoNews y la señal de noticias CN23.

Este grupo sui generis de medios conducido por Sergio Szpolski en sociedad con Matías Garfunkel entró ahora en un proceso de liquidación y venta de activos. Luego de una tremenda escalada impulsada por la pauta del gobierno de Cristina Kirchner, hoy tienen que achicarse al máximo, venderse como chatarra o directamente presentarse en quiebra. Conforman el perfecto ejemplo del ocaso de los medios “k”.

La realidad del grupo Veintitres es oscura. Los empleados del grupo de medios reclaman el pago de salarios atrasados mientras los accionistas se enfrentan públicamente y uno de ellos denuncia socios fantasma.

El gobierno actual le giró a la empresa más de 40 millones en publicidad oficial este mes, cifra exigua en vista de la crisis que atraviesa el grupo de medios.

La feroz interna

“Asumí mi error a la hora de elegir socios; me costó caro. Lo que nos diferencia es que yo cumplí con mi parte del contrato mientras que ellos no. Ellos lucraron del Estado y con el Estado. Tuvieron y tienen cargos públicos. Defendieron a funcionarios K y cobraron fortunas. Vienen robando desde los 90. Con Menem primero y De la Rua después. Yo los conocí por haber confiado en un ‘amigo’, Nosiglia. Todos monjes negros que se esconden detrás de Szpolski. No me escudo, sólo sepan sus nombres. Darío Richarte y Javier Fernández”, publicó en varios post en su cuenta @M_Garfunkel este 15 de enero.

De estos nombres hablaremos más adelante. Constituyen una parte fundamental del entramado de medios impulsados en la mal llamada “década ganada”.

Con empresas quebradas (Poligráfica del Plata, donde se imprimieron boletas electorales del kirchnerismo; e Infofin, editora del extinto diario platense Diagonales), publicaciones cerradas (las revistas 7 Días y Cielos Argentinos y las ediciones del interior del diario gratuito El Argentino) y sueldos atrasados (en Radio América y el diario Tiempo Argentino), el grupo se encamina a su total disolución.

Darío Richarte y Javier Fernández

Todos monjes negros que se esconden detrás de Szpolski. No me escudo, solo sepan sus nombres. @daricharte1 y Javier Fernández denunció el socio del Grupo Veintitres Matias Garfunkel (@M_Garfunkel).

La trama es compleja. Estas personalidades señaladas por Garfunkel esconden sendos lazos con el poder y la clandestinidad. Así lo expone el diario La Nación: Richarte y Fernández tienen antiguos lazos con la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y sus sucesoras la SI y la actual Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Richarte -de antigua militancia radical- fue segundo jefe de la SIDE en 2001. Recientemente fue electo vicepresidente 3ro. de Boca Juniors en la lista que logró la reelección como presidente del empresario del juego Daniel Angelici.

Además, el estudio de Richarte y su socio Diego Pirota representó al ex vicepresidente Amado Boudou y a su amigo José María Núñez Carmona en la causa Ciccone y a muchos otros funcionarios kirchneristas acusados de corrupción.

En tanto, Javier Fernández es uno de los auditores generales de la Auditoría General de la Nación (AGN), aunque en el ámbito político fue más conocido como “operador judicial del kirchnerismo”. Ex secretario privado de Rodolfo Barra en tiempos de la Justicia menemista y prosecretario letrado del juez de la Corte Adolfo Vázquez, es habitual empleador de hijos y hermanos de jueces y fiscales. En el último tiempo se lo vinculó al Frente Renovador, de Sergio Massa, cuyo candidato en Tigre fue enfrentado por el propio Szpolski.

Por medio de Richarte y de Fernández, el grupo Veintitrés tuvo lazos con Jaime Stiuso, director de operaciones de la ex SIDE hasta diciembre de 2014 y estereotipado como el dueño de todos los secretos del poder en la Argentina.

La impunidad del medio

La informalidad con la que se permitió funcionar a este conglomerado hace que ni siquiera se conozca cuál es su integración, algo exigido al menos por la ley de servicios de comunicación audiovisual. Mientras una fuente sostiene que el paquete accionario se divide en un 51% para Garfunkel y el resto para Szpolski y un grupo de “inversores”, para otra esa división es muy distinta, 70% para Garfunkel (tras ampliaciones de capital en varias empresas) y 30% para los otros socios.

Es por lo menos curiosa la protección financiera, legal y política de la que goza el grupo Szpolski, cuya colección de cientos de cheques rechazados no impidió que el Banco Macro -que preside Jorge Brito- mantuviera sus cuentas a flote (tal como documentó Alejandro Alfie en su libro “Los agentes de Néstor y Cristina”).

Mientras los trabajadores del Grupo Veintitrés reclaman en la calle y en otros ámbitos por sus salarios y sus puestos de trabajo, y piden la intervención del gobierno nacional -que parece no tener interés en intervenir-, Szpolski busca compradores para los activos de la empresa y Garfunkel -que ya trabaja con un equipo de abogados comercialistas- mantiene abierta una compleja negociación -por ahora extrajudicial- con él y los socios fantasma para recuperar parte del dinero que invirtió en el grupo.

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