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22 de Noviembre de 2024
INTERNACIONALES
31 de marzo de 2015
La imagen se volvió viral la semana pasada, pero fue tomada en diciembre pasado en un campo de refugiados.
Algunos pensaban que era una niño, pero en realidad es una niña. Su nombre: Hudea. Con sus cuatro años, es una de las habitantes de un campo de refugiados de Atme, en el noreste de Siria.
La fuerza de la imagen reside en que Hudea, cuando el fotógrafo Osman Sağırlı se le acercó con su cámara, la niña levantó los brazos, como si le hubiesen apuntado con un arma.
"Estaba usando un lente de telefoto y ella pensó que era un arma. Me di cuenta de que estaba aterrorizada después de que la tomé y miré a la foto, porque se estaba mordiendo los labios y había levantado los brazos", contó a la BBC el fotógrafo.
La niña había se había desplazado hasta el campo de refugiados ubicado a unos 10 kilómetros de la frontera con Turquía, con su madre y dos hermanos. Había partido de Hama, distante a unos 150 kilómetros.
"Normalmente los chicos salen corriendo, esconden sus caras o sonríe cuando ven una cámara", remarca Osman, que publicó la foto en enero en el periódico Türkiye.
Sobre las fotos de los niños desplazados, dice que son más reveladoras del sufrimiento de los refugiados. "Son los niños los que reflejan sus sentimientos a través de su inocencia", dijo.
La imagen se comenzó a difundir el martes cuando fue publicada en Twitter por Nadia Abu Shaban, una fotoperiodista con base en Gaza. Esa publicación se replicó unas 15 mil veces en pocos días (y sigue ampliándose la cuenta).