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TECNO
22 de octubre de 2015
Suena el celular a las 5 de la mañana. Es una alerta que llega mediante un SMS. El ingeniero mira el dispositivo y se encuentra con que la temperatura en el campo no es la óptima.
La información la suministra un sensor que le avisa cuando surgen este tipo de problemas. El campo está en Santa Fe, pero el mensaje lo recibe en Buenos Aires: no tiene que estar cerca para tomar las medidas necesarias para no echar a perder la cosecha, ya que puede monitorear todo desde el celular o, incluso, entrar a la web para ver más datos.
Metzoo es un software que desarrolló la empresa argentina Edrans. Permite medir distintas actividades en tiempo real gracias a sensores que envían información. Para hacerla se inspiraron en la historia de uno de sus clientes. “Unos amigos con una cosecha de uvas tuvieron un problema y la primera pregunta que les hicimos era si monitoreaban el proceso. Nos contaron que existen herramientas específicas de monitoreo para viñedos, pero se les iba del presupuesto. Hasta entonces tenían una forma de monitoreo offline: pasar a visitar el lugar cada cierto tiempo”, cuenta Martín Bianco, uno de los socios de Edrans.
Aplicar este tipo de tecnología no es algo particularmente nuevo en el campo argentino (con webcams en el tambo , drones para vigilar la cosecha y demás elementos a la orden del día), pero este desarrollo intenta lograr una medición más precisa y generar una plataforma multipropósito.
Así fue que surgió esta herramienta argentina que permite que, por ejemplo, cualquier productor agrónomo controle su producción minuto a minuto, ayude a prevenir accidentes, le permita detectar anomalías y por supuesto lo impulse a tomar decisiones rápidas que eviten pérdidas económicas. Todo, sin necesidad de estar físicamente en el campo y desde cualquier dispositivo móvil.
El sistema se desarrolló bajo el paraguas de Arduino, una placa de código abierto que tiene un sistema operativo incorporado y permite conectar sensores y hacerlos interactuar de forma rápida. Arduino tiene distintos usos (un chico de 11 años la utilizó para crear anteojos que detectan obstáculos para ciegos) y se caracteriza por su flexibilidad para ser programado en múltiples proyectos.
Cualquiera puede acceder gratis al código fuente, con iniciativas que permiten medir la temperatura del aire, humedad, o manejar la luz de la casa, entre otras cosas. La placa puede tener un chip para conectarse a Internet, un GPS y hasta un sensor de tráfico. No hacen faltan grandes inversiones, porque no hay que comprar equipos costosos que recolecten y almacenen información. Todo va por Wi-Fi a un servidor online.
De esta manera, Metzoo se aplicaría a diferentes ramas, y participa de lo que se denomina la Internet de las cosas. Para casos críticos de salud que requieran de un seguimiento especial de un paciente que vive en otra zona; así, un médico especialista de Estados Unidos podría monitorear y recibir alertas diarias o por hora en su celular o laptop sobre la evolución de un paciente, por ejemplo, con diabetes. También un responsable de controlar el transito visualizaría en una pantalla la ciudad en un mapa con puntos que identificarían dónde aumentó el tránsito y así podría enviar a tiempo agentes para que eviten un congestionamiento. O, incluso, se facilitaría para gestionar en forma inteligente los semáforos de una ciudad. “La idea es acelerar el proceso de análisis de información, ese es el gran cambio”, sintetiza Bianco.
BOOSTER, PARA LOS PEQUEÑOS PRODUCTORES
Booster es otra startup argentina que busca ayudar a los pequeños agricultores del mundo a aumentar su productividad gracias a la tecnología móvil. Se estima que recibir a tiempo datos agronómicos sobre el clima y los cultivos puede facilitarle a una granja duplicar o triplicar su productividad. Según la empresa, casi el 80 por ciento de los 580 millones de agricultores del mundo tiene un acceso limitado a esta información, por lo cual pierden anualmente un 20 por ciento de sus cosechas.
El sistema de Booster se llama AgruWeather y utiliza mensajes de texto (SMS), operadoras telefónicas y servicios de mensajería instantánea para alertar sobre posibles problemas. Básicamente el sistema recolecta múltiples fuentes de información climática, provenientes de imágenes de satélites meteorológicos de la NASA, NOAA GFS2, la Organización Meteorológica Mundial, radares y estaciones meteorológicas de todo el mundo; luego los algoritmos del software procesan estos datos para generar una predicción climática necesaria para tomar ciertas acciones..