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23 de Noviembre de 2024
SOCIEDAD
22 de octubre de 2015
CÓRDOBA:El niño se desmayó en el aula delante de todos sus compañeritos. La maestra le realizó los trabajos de reanimación y logró hacer que reaccione.
Fueron pocos minutos, pero los más dramáticos que le toco vivir a una maestra del jardín Conejito Pompis de barrio Panamericano.
El destino quiso que la seño Mickaela tome en sus manos la vida de su alumno, porque tuvo que pelear cada cuota de oxígeno que el pequeño Max, de solo cinco años, agotaba rápidamente. El niño había ido al baño, pero cuando regresó estaba pálido y demacrado. Pasó un instante hasta que se desvaneció.
Mickaela tuvo que poner en práctica los conocimientos de reanimación cardiopulmonar que había aprendido dos meses atrás. Todo fue muy rápido y no tuvo tiempo de pensar demasiado.
La vida la puso de frente a una emergencia. Esto ya no era un simulacro. En el ambiente se respiró angustia y desesperación. La vida de uno de los suyos estaba al borde del abismo.
El trabajo de RCP fue correcto y logró que Max vuelva. Los ojos del ángel y el niño se confundieron para iluminar la luz de la vida.
Fue milagro en el jardincito de barrio Panamericano y hoy todos respiramos felices.