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22 de Noviembre de 2024
GENTE
3 de septiembre de 2015
Entre los múltiples símbolos de nuestro país, junto a la bandera, la escarapela o el himno, cabe tener presente a nuestra piedra preciosa característica: la rodocrosita.
Porque si bien fue inicialmente un subproducto de la explotación de otros minerales que tenían mercado propio, afortunadamente existió un visionario, Franz Mansfeld que la presentó en el continente europeo, fascinado por su aspecto y su exclusividad, en el año 1934.
Y fue esa presentación en sociedad la que abrió por primera vez el mercado gemológico argentino, que sigue siendo muy limitado, no por carencia de minerales, sino más bien de políticas exploratorias, extractivas y productivas adecuadas.
Aún hoy, y pese a esas limitaciones, las rodocrositas son sinónimo de gemología argentina, y se trata de piedras muy bien cotizadas en el mundo.