Viernes 22 de Noviembre de 2024

SOCIEDAD

10 de agosto de 2015

Río Cuarto: realizan compras conjuntas de alimentos para abaratar

Diferentes experiencias de comercialización y consumo de alimentos en la ciudad, trabajan para acercar a la mesa familiar productos más accesibles abaratando costos, eliminando intermediarios, y en interrelación directa con productores regionales.

Tres experiencias de “compras compartidas” en Río Cuarto hacen frente a los aumentos de precios y acercan a la mesa familiar alimentos a precios más justos. Loa Sindicatos, cooperativas y la iglesia, son los principales agentes que desarrollan esta tarea.

La cooperativa de consumo Mercosol, la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) y en la Parroquia del Espíritu Santo emprenden estas iniciativas tratando de beneficiar a familias de escasos recursos y trabajadores, y sobre todo, concientizando sobre soberanía y seguridad alimentaria.

 

Las experiencias

La Cooperativa Mercosol, funciona desde febrero del 2013. Comercializan mercadería en bolsones de 8 productos de la canasta básica que venden a 60 pesos y distribuyen en toda la ciudad. Hoy trabajan en su propio local aproximadamente 20 personas. “La idea es constituir una herramienta que nos permita organizarnos en el consumo de alimentos. La cooperativa tiene que dar una solución en el plano económico y organizar la demanda a partir de que le lleguen a los trabajadores los alimentos a un precio justo”, comentó José Badellino, integrante de Mercosol.

“Hemos logrado que los productos que comercializamos lleguen un 20 % más barato a la mesa a partir de comprar en cantidad”, subrayó Vanesa Arias, integrante también de Mercosol.

Con un sistema similar, los trabajadores de ATSA comenzaron con esta propuesta de compras conjuntas para ahorrar el “dinero de las paritarias que se llevan los grandes comerciantes e intermediarios” que participan en la cadena de valor de los productos, aseguró Cristina Fernández, secretaria general del sindicato de la sanidad.

Fernández comentó que analizarán quienes son los pequeños productores de la región que le puedan brindar productos de calidad para que la mercadería llegue directamente desde el productor a la mesa. Sostuvo además, que esto “se trata de un programa de inclusión”, y que en un futuro cercano lo que se viene en materia de economía, son “las economías solidarias”.

Por su parte, en la Parroquia del Espíritu Santo, las “compras compartidas” como la llaman, fue promovida e impulsada por el padre Carlos Juncos y un grupo de parroquianos.

Con apenas un año en esto de las compras de productos en conjunto, en la parroquia, la idea gira en torno a “cómo nos ayudamos entre todos a que el dinero que puedan disponer las familias, se pueda usar de una manera más beneficiosas posible”, y siempre, sobre la base de un “principio de propiciar la solidaridad entre los mismos beneficiarios”, expresó Oscar Giayetto, parroquiano.

Los destinatarios en primera instancia son las familias que a su vez reciben beneficios de Cáritas, “porque entendemos que son las personas más vulnerables o con mayores necesidades. Estimamos o pensamos que hacia ellos tiene que estar dirigido este esfuerzo”, enfatizó Giayetto.

Hacer frente a la especulación

Los actores sociales coincidieron que solos desde su lugar no pueden combatir la inflación, pero sí, mermar su impacto. “A partir de comprar en cantidad pudimos con eso bajar el precio de los productos”, sintetizó Badellino.

Giayetto explicó que la tarea es “ahorrar y utilizar el dinero mas inteligentemente”, y que el trabajo consiste en “generar un marco de confianza entre los beneficiarios para que vean que ellos también pueden ser parte de una cuestión totalmente transparente, con el único objetivo de ayudarnos mutuamente, y para que las familias puedan alcanzar estos tipos de resultados”.

Para realmente hacerle frente a la inflación, Badellino argumentó que “se necesita un entramado de articulaciones entre cooperativas, mutuales, organizaciones sindicales y sociales de todo el campo popular”, porque “es una tarea de escala”. La batalla es dar ese salto organizativo cualitativo y cuantitativo. “Ahí sí vamos a poder decir que estamos haciendo frente a la inflación de manera organizada y efectiva. Mientras tanto, vamos construyendo ese escenario”, concluyó. (InfoGEI) Mg

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