Viernes 22 de Noviembre de 2024

INTERNACIONALES

8 de agosto de 2015

Preso 30 años por insultar a la monarquía en Facebook

Se trata de un tailandés a quien, en principio, habían condenado a pasar 60 años en la cárcel, pero luego le rebajaron la condena

Un ciudadano tailandés cumplirá 30 años de cárcel, bajo la controvertida ley de lesa majestad, tras ser condenado por difamar a la monarquía en unos comentarios en Facebook, informó hoy el portal Prachatai. 

El tribunal militar de Bangkok condenó en principio a Pongsak S. a 60 años de cárcel después de que publicara en esa red social seis fotografías con comentarios considerados insultantes hacia la corona, por los que recibió una pena de 10 años por cada uno. 

En una vista a puerta cerrada, el juez militar rebajó la pena a la mitad después de que Pongsak, que fue detenido en diciembre de 2014 y es simpatizante del grupo anti-establishment conocido como camisas rojas, se declarara culpable de los cargos. 

La sentencia fue emitida un día después de que un hombre con discapacidad psíquica fuera condenado a 10 años -rebajados a 5 tras la admisión de culpabilidad- por desmontar un retrato del Rey Bhumibol en un cartel de carretera.
 
Esta fue la segunda persona discapacitada condenada este año después de que en mayo un tribunal militar condenara a una mujer de 65 años por patear un retrato del rey, pese a haberle reconocido la minusvalía psíquica. 

La ley de lesa majestad prevé penas de hasta 15 años de prisión por difamar, ofender o amenazar al rey, la reina, al heredero al trono o al regente, pero las autoridades la utilizan contra cualquier acto considerado lesivo para la institución. 

La Federación Internacional para los Derechos Humanos (FIDH) denunció que desde el golpe de estado del 22 de mayo de 2014 el número de detenciones por el artículo 112 del código penal, el que regula estos delitos, sufrió un aumento "sin precedentes". 

Desde ese momento, 23 personas fueron encarceladas en Tailandia por expresar opiniones que las autoridades consideran ofensivas hacia la monarquía, según Human Rights Watch. 

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