Sabado
23 de Noviembre de 2024
28 de julio de 2015
Como ejemplos de esta situación se encuentran los intendentes Vicente Costamagna y Eliberto Favalli quienes todavía no convocaron para la renovación de autoridades en sus respectivos pueblos.
Las negativas consecuencias económicas y sociales que provocaron las inundaciones de los primeros meses del año en distintas poblaciones de Córdoba en los departamentos San Justo y Unión obligaron a los actuales intendentes a postergar la fecha de las elecciones municipales ante el temor cierto de sufrir el “voto castigo” de sus respectivos vecinos.
Como el desastre sufrido a nivel material y emotivo por numerosas familias seguramente influirá y mucho a la hora de votar, los jefes comunales que en la mayor parte de los casos buscará la reelección, quieren estirar al máximo los actos comiciales.
Los ejemplos de Balnearia, en el departamento San Justo e Idiazábal en Unión sirven para ejemplificar esta situación ya que los intendentes Vicente Costamagna y Eliberto Favalli todavía no convocaron para la renovación de autoridades en sus respectivos pueblos.
Ambas localidades fueron las más perjudicadas en la llanura cordobesa por la sumatoria del agua caída a lo largo de intensas tormentas y el desplazamiento de verdaderos torrentes que se movieron por el terreno siguiendo el declive natural desde los campos aledaños hasta invadir las zonas bajas.
Otros pueblos de San Justo que también sufrieron por el fenómeno meteorológico y aún no llamaron a elecciones son Marull y Tránsito.
Es que la penalización electoral que han sufrido hasta el momento los gobernantes de poblaciones que soportaron el embate de la lluvia es cada vez más evidente. Desde la derrota de Héctor Colombo en la reciente elección de Villa Allende hasta el fin del predominio de los intendentes radicales en el departamento San Justo pueden considerarse como muestras palpables de lo que implica el no haber estado a la altura de las circunstancias para prevenir o solucionar los efectos de las precipitaciones.
Algunos tomaron nota de este fenómeno y no buscarán la reelección como es el caso del intendente de Bell Ville Nelson Ipérico.
Nelson Ipérico, intendente de Bell Ville
Entre los que sufrieron el “voto castigo” está el intendente de Devoto Raúl Reano quien perdió cuando buscaba acceder a su sexto mandato.
El dirigente radical sufrió el impacto de la seguidilla de inundaciones de los últimos años, la elevación de la napa freática y la falta de concreción de las gestiones para hacer las cloacas. El malhumor social creció ante esas situaciones y finalmente en la votación del 14 de junio los electores le dieron la espalda.
Rubén Morero, intendente de Freyre, también fue derrotado luego de soportar el grave anegamiento de la zona urbana a fines del 2012, que se replicó aunque en menor medida a comienzos de este año.
Los justicialistas tampoco pudieron evitar el reproche de los vecinos ya que en Morteros y Saturnino María Laspiur hubo cambio de signo político, poniendo punto final a largos predominios de esa fuerza política en ambas localidades de San Justo. (InfoGEI) Mg