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POLICIALES
17 de julio de 2015
El cargamento secuestrado este fin de semana en el paso internacional de Pino Hachado –que en un principio se confundió con metanfetamina– contenía nada menos que 21 mil pastillas abortivas valuadas en más de un millón de dólares. Lo revelaron ayer autoridades aduaneras de Chile a La Mañana de Neuquén.
Ahora, la causa que se investiga es por contrabando de medicamentos, y por eso la neuquina y el cipoleño involucrados podrían ser convocados por la Justicia del vecino país.
Este medio adelantó, en la edición de ayer, que las pastillas no eran metanfetaminas, como había informado erróneamente la AFIP en un parte oficial en un primer momento. Mientras, la aduana chilena y la fiscalía de Curacautín seguían adelante con las pericias de laboratorio.
La mujer que llevaba las pastillas adosadas al cuerpo es una docente neuquina militante, mientras que su acompañante tiene vinculaciones laborales en Río Negro.
Al ser detectada, el sábado, la maestra dijo que las pastillas no eran de ella y que las había encontrado en un tacho de basura. Además, agregó que pensaba llevarlas a la Universidad de Chile, en Santiago de Chile, según relató la fuente aduanera consultada.
Luego, la mujer se negó a declarar. Lo mismo hizo su pareja.
La mercancía incautada fue sometida a análisis de campo orientativos para determinar si era una droga tipificada y descripta en la Ley Nacional de Drogas de Chile (Ley 20.000).
Al dar negativos los exámenes iniciales, fueron enviados a un laboratorio de mayor complejidad para determinar qué tipo de droga era. Ayer, autoridades de la Aduana develaron que eran pastillas de misoprostol, un fármaco utilizado para la inducción del trabajo de parto o, hasta los tres meses de gestación, para provocar abortos.
La preocupación de las autoridades trasandinas pasa por dos vías: la primera es la del tipo de droga y los efectos que podría tener sobre la salud pública; y la segunda es que se cometió una infracción aduanera y que, como ya se sabe, al ser una droga de venta en farmacias “estamos frente a un caso de contrabando”.
Denuncia penal
Antes de conocer el resultado oficial sobre la composición de la droga, la fuente aduanera chilena anticipó a este medio el inicio de acciones legales: “Este lunes vamos a presentarnos en fiscalía como víctimas de un caso de contrabando porque hubo un hecho que transgredió el orden aduanero, que es el traspaso de mercancía oculta, presumiblemente un medicamento con un valor determinado, con un origen y destino y con fines de comercialización. Es un caso de derechos aduaneros evadidos”.
Para la interrupción del embarazo
NEUQUÉN
Es un medicamento para el tratamiento de las úlceras gástricas, y en muchos países del mundo no está registrado para indicaciones obstétricas, como la interrupción del embarazo. Irónicamente, ha revolucionado la interrupción del embarazo ya que es fácil de conseguir y administrar. Sin embargo, una de las preocupaciones con el uso en el embarazo es la hiperestimulación del útero y, en casos extremos, la rotura uterina.
En muchos países es una droga prohibida por sus usos, pero en la Argentina se vende aunque de manera restringida, con receta archivada en lista 4, el control más exigente.
En Chile los medicamentos tienen precios que superan ampliamente a los argentinos, a pesar de tratarse de las mismas drogas. De hecho, muchos trasandinos compran en nuestro país sus prescripciones recetadas para retornar a Chile. Así ahorran importantes sumas de dinero, sobre todo en tratamientos prolongados.
Su uso en Chile fue prohibido por Bachelet en el 2009
En nuestro país se consigue en hospitales y, en forma comercial, en farmacias bajo la denominación de Oxaprost, que en sus presentaciones de 50 y 75mg. Cuesta $589. En los hospitales se suministra vía oral para tratamientos gástricos, pero puede provocar un aborto si esas mismas pastillas se suministran vía vaginal. Incluso se puede conseguir en internet, y hay organizaciones proaborto que las distribuyen gratuitamente.
En Chile, las farmacias Ahumada y Cruz Verde tienen al medicamento entre sus catálogos, pero no hay stock de las marcas Misotrol o Cytotec. Es que su uso fue prohibido por el primer gobierno de Michelle Bachelet, en 2009. Allí sólo se puede adquirir en el mercado negro a un precio muy alto: cuatro comprimidos (800 mcg de misoprostol en cada dosis) valen $60.000 chilenos (100 dólares).
La autoridad aduanera consultada consideró que las 21 mil pastillas podrían venderse en hasta 100 dólares por unidad en el mercado negro universitario de Santiago de Chile. La misma fuente calculó que los vendedores de las pastillas podrían haber obtenido un millón de dólares, “o más”, por el cargamento descubierto.