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21 de Noviembre de 2024
8 de julio de 2015
La imagen recorrió el mundo: los chicos trataron de levantarle el ánimo:"Le dije que era el mejor del mundo, me dio pena verlo ahí sentado. Le toqué la cabeza y le dije que estuviera tranquilo, ganó muchas Copas con el Barcelona y tenía que estar feliz de llegar a la Final"
Dos jovencitos fueron los que trataron de sanar las heridas de un Lionel Messi que yacía incrédulo en el césped del estadio Nacional de Santiago, después de que Chile se impusiera ante Argentina en la tanda de penales que definió la Final de la Copa América. La imagen de ambos agachados y uno de ellos tocando tiernamente su cabeza, explotó en las redes sociales.
"Le dije que era el mejor del mundo, me dio pena verlo ahí sentado. Le toqué la cabeza y le dije que estuviera tranquilo, ganó muchas Copas con el Barcelona y tenía que estar feliz de llegar a la Final", comentó Maximiliano, de 9 años, quien festejaba en el campo de juego y resultó ser un primo del volante chileno Charles Arangüiz, al igual que Martín, el más pequeño de 6.
La nota fue hecha por el programa "Mucho Gusto!" del Canal Mega trasandino, después de que el propio futbolista del Inter de Porto Alegre confirmara públicamente su parentesco con los menores. "Es extraordinario cómo juega. Lo vi ahí sentado, mirando para abajo como destrozado", agregó el niño, quien curiosamente vestía una remera con la bandera británica. Y concluyó: "Estoy feliz, tenía enfrente al mejor del mundo".
Por su parte, el más chiquito (vestido con la 10 albiceleste) expresó que el argentino le guiñó un ojo. Su padre reveló: "El más chico es fanático de Messi y no dudó en darle un beso".