Murió Carlos Moreno, un “laburante” del tango
Los ojos de 78 años se cerraron casi sin darse cuenta en un ómnibus que lo levaba a Tucumán, donde debía actuar. Carlos Moreno amasó el tango en su corazón en el norte del país y lo echó a rodar por Buenos Aires, América latina y Estados Unidos, donde se radicó un tiempo.
Por esas cosas del destino Carlos MORENO nació en Canals (Córdoba) un 11 de diciembre, el mismo día en el que nacieran Carlos GARDEL y Julio DE CARO. Se crió en Villa Crespo (Buenos Aires), en donde tuvo sus primeros contactos con la música ciudadana. Mas tarde siendo muy joven, se afincó musicalmente en el norte argentino (Salta, Santiago del Estero, Catamarca, Tucumán y Jujuy), en donde animó (y anima) sus noches ciudadanas y sus singulares y apasionados carnavales. Haber actuado en los célebres cabaret de la mítica “Rusa” Maria, en Salta, es, quizás, el antecedente que mejor expresa aquel contacto con las noches profundas de un norte poco conocido, profundo, que logró subsistir pese al oscurantismo y la pacatería de cierta opinión dominante.
Desde entonces, sin olvidar a este norte que tanto quiere, triunfó en diversos escenarios de América Latina y de los Estados Unidos.
Su debut en la ciudad de Buenos Aires se produjo en la vieja Confitería RICHMOND de la calle Esmeralda, en donde compartió cartel con Julio SOSA y cantó acompañado de las orquestas de Héctor RUBENS y de Armando PONTIER.
Eran aquellos, tiempos distendidos en donde los porteños se reunían para escuchar música, tomar el te de la tarde y, porque no, bailar en compañía de amigos. Muchos poetas y hombres del tango se han referido a su personalidad y a su arte.
Así, José GOBELLO ha dicho que Carlos MORENO “tiene una sensibilidad muy ancha, abierta a expresiones tanguísticas muy diversas e inclusive contrapuestas”. Resaltando su incansable vocación viajera, Virgilio EXPOSITO destaca que Carlos MORENO supo descubrir “los lugares intactos del país, los menos contaminados, detectando las zonas de pureza del interior argentino, descubriendo una fuente inagotables de riquezas humanas y culturales.
Él sabe dónde está, en qué entrañas de esta tierra se conserva intacto el tango”.Para Ariel PETROCELLI, poeta y folklorista salteño, Carlos MORENO “es la voz de todos; el espejo de las secretas multitudes en un solo ser; un ser que se queda en la esquina de las tantas cosas, que se va con su voz y se hace compadre provinciano”.
Pero ha sido él mismo quién propuso una atinada caracterización del Carlos MORENO artista, diciendo: “Soy un laburante del tango.
Un oficiante de un sentimiento popular”Carlos MORENO grabó su primer disco en Salta, en el sello discográfico local “H y R” en 1965. Esta obra, que contribuyó a cimentar su prestigio en el norte argentino, fue editada bajo el título “Acuarela Tanguera”.
Luego y sucesivamente, fue artista exclusivo de los sellos RCA, POLYGRAM. En total ha entregado a su público 25 selecciones de alta calidad, que las editoras han recogido en todos los soportes conocidos, desde el vinilo de los viejos LP, hasta el material de los modernos CD.
Su amor por el tango y su afán de conectar con públicos diversos, lo llevó a la difícil tarea de fundar locales, de abrir tanguerías donde ofrecer lo mejor de su arte. Así se instaló en sitios como Punta del Este (Uruguay) y Río Hondo (Santiago del Estero).
Este mismo afán lo llevó también a la televisión argentina que lo recibió en sus principales programas: Grandes Valores del Tango, La Botica del Tango, entre otros.
El repertorio de Carlos MORENO es amplio, diverso, exigente y de una calidad invariable. De entre los más de 300 temas que ha grabado, destacan “De igual a igual”, “Gólgota”; “Copa de ajenjo”; “Cicatrices”; “Desorientado”; “De gorrión a gorrión”; “Pecado” (bolero en tiempo de tango); “Canción de rango”; “Todo te
nombra”; “Un tango y nada mas”; y “Un tal Caín” (de DISCEPOLO y H. EXPOSITO).
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