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SEGURIDAD
14 de enero de 2025
Con cámaras y lectores especiales, los delincuentes pueden clonar una tarjeta de crédito o débito en segundos
El uso cotidiano de cajeros automáticos para acceder a dinero en efectivo ha sido blanco de una sofisticada modalidad delictiva conocida como skimming. Esta práctica se basa en la instalación de dispositivos camuflados en los terminales con el objetivo de capturar información confidencial de las tarjetas bancarias,Un tipo de robo en el que el delincuente no está presente, El skimming consiste en el uso de dispositivos diseñados para parecer componentes normales de un cajero automático, pero cuya función es capturar los datos de las tarjetas de crédito o débito. Entre los equipos utilizados por los delincuentes se encuentran:
Cuando un usuario utiliza un cajero automático manipulado, el skimmer copia los datos de la tarjeta mientras la cámara oculta o el teclado superpuesto registra el código PIN. Esta información robada se transmite a dispositivos remotos controlados por los delincuentes, quienes luego clonan las tarjetas o venden los datos en mercados ilegales, como la web oscura. Los estafadores pueden usar esta información para realizar pagos fraudulentos en línea, transferencias de dinero o compras en comercios físicos. En muchos casos, los usuarios afectados no se percatan del robo hasta que revisan sus estados de cuenta bancarios. Identificar un cajero automático manipulado requiere atención a detalles que, aunque sutiles, pueden delatar la presencia de dispositivos sospechosos:
Cuando un usuario utiliza un cajero automático manipulado, el skimmer copia los datos de la tarjeta mientras la cámara oculta o el teclado superpuesto registra el código PIN. Esta información robada se transmite a dispositivos remotos controlados por los delincuentes, quienes luego clonan las tarjetas o venden los datos en mercados ilegales, como la web oscura.