Convulsionados. Así estábamos. Llegaban mails, mensajes por Facebook y 140 caracteres que anunciaban lo mismo: un nuevo signo en el Zodíaco que cambiaría todo. Como reguero de pólvora, la noticia se expandía y les avisaba, por ejemplo, a los tranquilos cancerianos que la indomable dualidad geminiana se iba a apoderar de ellos. La novedad puso en alerta a los fanáticos del horóscopo que comenzaron, intensamente, a tratar de entender lo que pasaba o podía llegar a pasar.

La historia comenzó con un artículo del astrónomo Parkle Kunkle, de la Minnesota Planetarium Society,  que fue reproducido por un periódico norteamericano. En verdad, era una tesis con varias teorías que buscaban romper los mitos de la astrología y la influencia de los signos sobre las personas. Entre otros temas, por ejemplo, explicaba que durante los primeros días de diciembre el sol no está en ninguna de las doce constelaciones del horóscopo sino que se ubica en Ofiuco.

Así era el nuevo esquema que se proponía y que, cual constelación estelar, daba infinitas vueltas por las redes:

Capricornio: 21 de enero al 16 de febrero

Acuario: 17 de febrero al 11 de marzo

Piscis: 12 de marzo al 18 de abril

Aries: 19 de abril al 13 de mayo

Tauro: 14 de mayo al 21 de junio

Géminis: 22 de junio al 20 de julio

Cáncer: 21 de julio al 10 de agosto

Leo: 11 de agosto al 16 de septiembre

Virgo: 17 de septiembre al 30 de octubre

Libra: 31 de octubre al 23 de noviembre

Escorpio: 24 al 29 de noviembre

Ofiuco: 30 de noviembre al 17 de diciembre

Sagitario: 18 de diciembre al 20 de enero

Sólo un susto

La astrología es una fuente inagotable de información a la que podemos acudir a diario. El universo observable contiene millones de galaxias y cada galaxia tiene una incontable cantidad de estrellas. Los Griegos fueron los responsables de darle al Zodíaco su forma actual compuesto por doce signos divididos en segmentos iguales relacionados entre sí. En realidad, era la forma de representar los meses en la antigüedad.

Estamos en el portal de la Era de Acuario, una de las doce eras astrológicas caracterizada por la libertad que implicaría un cambio de paradigma. Esta era estaría dejando atrás a la Era de Piscis, signada por el sacrificio.

Hay antiguo axioma que dice “Tal como es arriba es abajo”. Están ocurriendo muchos fenómenos climáticos, sociales, políticos, económicos: son cambios que nos alertan y conmocionan. Todo cambio produce un efecto, y afecta. Es como si estuviéramos en río revuelto, y como toda revuelta muchas cosas parecen ser lo que no son, al menos hasta que se corroboren realmente.

Un ejemplo de esto, es el informe del Prof. Kunkle y de su análisis sobre la posibilidad de contar con Ophiuchus (Ofiuco). Como dijimos, este signo estaría delimitado entre el signo de Escorpio y Sagitario, y abarcaría desde el 30 de Noviembre al 17 Diciembre. Las opiniones están encontradas, y para la mayoría de los estudiosos en el tema Ofiuco no sería más que una constelación que no se relaciona de ninguna manera con el Zodíaco.

Por ahora, y guiándonos por los estudios astronómicos, si bien la Tierra pudo haber sufrido un leve desplazamiento de su eje, no varió su posición en relación al Sol. Respiremos tranquilos: se mantienen las fechas de inicio y finalización de los doce signos tal como las conocemos.