La investigación por el femicidio de Viviana Himelfarb cuenta con numerosos elementos que ponen en jaque el destino de René Sequeira, el autor del brutal hecho; por ello la jueza y la fiscal que investigan el caso se centrarían esta semana en hacer un seguimiento del estado de salud de los menores, los cuales continúan en coma inducido y ambos presentan gravísimas lesiones en su cráneo. Ayer se cumplió una semana del aberrante crimen que aún conmueve a toda la provincia, pero de esa oscura jornada, aún hay dos sobrevivientes que pelean por su vida, los hijos de la víctima y del confeso asesino.

Los pequeños de 3 y 4 años permanecen en coma inducido en el Cepsi, donde son permanentemente monitoreados por los médicos del lugar, y a diario el médico del Poder Judicial acude para también seguir de cerca el tratamiento que reciben los menores, víctimas de salvajes golpizas de su padre. La fiscal Dra. Aída Farrán Serlé, que junto a la jueza, Dra. Lucrecia Martínez Llanos, llevan adelante la compleja investigación, dialogó con EL LIBERAL y manifestó que si bien hay numerosas medidas previstas para esta semana, centrarán su atención en la salud de los niños. ?No descarto que en los próximos días junto a Su Señoría nos podamos constituir en el Cepsi?, indicó la representante del Ministerio Público. ?Si bien se dispusieron varias medidas y se esperan resultados de pericias para esta semana, con la Dra. Martínez Llanos nos vamos a centrar en la salud de los dos niños que continúan en estado muy delicado y que también fueron víctimas de lo ocurrido el pasado domingo 14?, remarcó la Dra. Farrán Serlé. La fiscal precisó que los dos menores presentan numerosas lesiones producto de los golpes que recibieron por parte de Sequeira -su padre-, pero que la mayor gravedad reviste en las fracturas que muestran en la zona craneal, lo que hace presumir que también sufrieron daños a nivel neurológico, pero que esto aún no habría podido ser corroborado, dado que no se les pudo realizar estudios de mayor complejidad por las inflamaciones en diferentes partes de sus cabezas. Además, los niños sufrieron quemaduras e intoxicación con monóxido de carbono, lo que agrava aún más su cuadro.

Continúan las cadenas de oraciones por ambos