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23 de Noviembre de 2024
POLICIALES
10 de junio de 2015
Víctor Manuel Soto padre de la joven de 23 años que el fin de semana se autolesionó cortándose la garganta con un vidrio para evitar que la policía demorara a sus hermanos, relato su versión de los hechos y dijo que la policía irrumpió en su domicilio y luego de golpearlo a él y a sus hijos, demoraron a dos de ellos a quienes los apremiaron en la comisaría.
Fernanda Beatriz Soto (23) permanece internada en estado grave tras haberse producido un corte en la aorta, los médicos a la hora del parte expresaron que “continúa grave, que intentaron quitarle el respirador pero que se agita mucho”, mencionó Soto.
Según el padre de la joven, esta empeoró porque habría perdido mucha sangre, “cuando mi hija hizo eso, los policías que estaban todos encapuchados, no hacían nada, sólo miraban, una vecina de al lado tuvo que llamar al Same, ellos hicieron abandono de persona
Momentos de tensión se vivieron el domingo a la madrugada cuando personal de la Comisaría Décima llegó hasta el domicilio de la familia Soto, asegurando que uno de los hijos había escapado de un control policial, hecho que fue desmentido por el padre: “Ellos estuvieron en mi casa, tomando algo, pero no molestaban a nadie como dicen, ellos llegaron y comenzaron a agredirlos a todos, me pegaron con la culata de una escopeta en el pecho y luego pasó eso con mi hija”, aseguró el padre de la joven que lucha por su vida en el hospital.
“Cuando mi hija estaba tirada en el piso, ensangrentada, me desesperé, tenía tanta impotencia, no sabía qué hacer, mientras ellos miraban y se reían en nuestra cara yo intentaba taparle la herida con una toalla, fue un momento muy duro”, lamentó.
“Ellos persiguen a mi familia, encima golpean y luego preguntan, no es forma de tratar a las personas, además están encapuchados y sin identificación, cosa que después no los reconozcamos, como en la época de la dictadura, se llevaron a mis hijos, sin secuestrar ni la moto siquiera, porque eso fue excusa para reprimirlos”, finalizó Soto.
Fuente: El Esquiú