Viernes
22 de Noviembre de 2024
POLICIALES
12 de noviembre de 2019
Fue en Mar del Plata. El detenido es empleado de una empresa de seguridad y usaba un perfil falso en las fredes sociales. No descartan que haya más víctimas.
La víctima pudo salir de la situación de abuso en la que había caído gracias a un grupo de compañeras del colegio primero y a sus maestras después. Tras la denuncia, los investigadores dieron con el acusado en 48 horas. Se trataba de un empleado de una empresa de seguridad que trabajaba en un banco y terminó procesado por los delitos de abuso, corrupción de menores y grooming, indicó el portal Fiscales.gob.ar.
El detenido usaba un perfil falso en las redes sociales para conocer chicas, la mayoría menores de edad, por lo que no descartan que haya más víctimas ni la posibilidad de que el acusado pudiera estar involucrado en maniobras vinculadas al delito de trata de personas.
Así conoció a la adolescente de 13 años que, como no tenía celular, se había abierto una cuenta de Instagram que usaba solo cuando estaba en la escuela, desde el teléfono que le prestaba una amiga. Esa chica fue la que descubrió un día que la víctima olvidó cerrar su sesión los mensajes que había intercambiado con el agresor y junto a un grupo de compañeras la siguió a la salida del colegio. Todavía la observaban cuando apareció el hombre mayor a buscarla y se fue con él.
Preocupadas por lo que habían visto buscaron el consejo de sus profesores, que inmediatamente indagaron a la menor y confirmaron la sospecha: el hombre había abusado de ella en dos oportunidades. La red de contención se activó en el acto y el caso llegó rápidamente a la Fiscalía Federal N°2 marplatense, con el auxiliar fiscal Hércules Giffi.
El acusado fue detenido y procesado en las últimas horas. Además, se le fijó un embargo por la suma de un millón de pesos. Para el juez que intervino en la causa, el único objetivo del hombre era el de concretar un encuentro sexual con la menor y para eso generó un 'vínculo de confianza' con ella, aprovechándose de las necesidades afectivas que atravesaba y de su estado de “total vulnerabilidad” por la edad.