Viernes 22 de Noviembre de 2024

GREMIALES

27 de mayo de 2015

Se agrava el paro de aceiteros mas de cien barcos varados en los puertos

Mantienen un paro por tiempo indeterminado que ayer cumplió 21 días. Trabajo se niega a avalar una suba de 36% acordada con las empresas.

a homologar el acuerdo salarial de 36% de aumento agravó el conflicto de los trabajadores nucleados en la Federación Aceitera. Ayer cumplieron 22 días de paro por tiempo y decidieron hacer piquetes en la zona de San Lorenzo, en el norte del gran Rosario, que no estaba afectado por la medida de fuerza por tener representación de otro gremio, el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA), cercano al kirchnerismo y que no integra la Federación.

La extensión del conflicto al Complejo Portuario San Lorenzo-Puerto San Martín agrava el impacto sobre la economía porque se trata del polo exportador más importante del país, por donde se estima sale casi el 40% del total exportado por Argentina en granos, aceites y subproductos oleaginosos.

En la zona hay varados casi un centenar de barcos a un costo de entre 20 y 25 mil dólares diarios, con un perjuicio para las exportaciones que rondaría ya los US$ 400 millones según estimaciones gremiales. En las empresas dicen en cambio que los buques afectados serían 34. Desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas explicaron que el gremio podría estar contabilizando decenas de barcos que estaban afectados por la varadura del buque Dubai Energy, en el kilómetro 289 del río Paraná, a la altura de la localidad de San Pedro. Igual, para destrabar el conflicto ayer hubo una audiencia en el Ministerio de Trabajo, pero duró sólo diez minutos y -sin acuerdo- se pasó a un cuarto intermedio hasta hoy a las 15.

El secretario general de la Federación de Aceiteros, Daniel Yofra, le dijo a Clarín que “el Gobierno no acepta el 36%, no quiere que el acuerdo salarial supere el 27%. No es que no homologan, peor: no lo autorizan. Nosotros ya arreglamos una cifra, ¿qué vamos a decirle a la gente?”. Consultado sobre cuál salida veía posible, dramatizó: “Alguna de las tres partes caerá muerta, vamos a ver quien aguanta más”.

El paro ya afectaba a 40 plantas aceiteras de todo el país, entre las que no estaban las de San Lorenzo, Puerto San Martín y Timbúes, en Santa Fe. Pero luego de una masiva asamblea nacional que se hizo el 25 de mayo a la noche, la Federación movilizó más de mil activistas y trabajadores en huelga a la zona.

Según los reportes, desde anteanoche están bloqueadas las terminales portuarias y plantas oleaginosas de Molinos Río De La Plata y Vicentín, en San Lorenzo; de T6 y Cargill, en Puerto San Martín; y de Dreyfus en Timbúes. En los accesos a las plantas se acumulaban interminables filas de camiones.

Ayer ingresaron en la zona 1.161 camiones para descargar, la tercera parte de los que suelen llegar a las terminales de la región en esta época del año, según estimaron en la BCR. El conflicto empezó a afectar también el abastecimiento de aceites en el mercado doméstico. Además afectó la liquidación de divisas de la exportación de granos: en la última semana fueron U$S 609,27 millones, un 16,1% inferior a la de la misma semana de 2014.

La Federación arrancó sus paritarias reclamando un 42%. El viernes pasado, con las cámaras patronales CIARA, CIAVEC y CARBIO habían alcanzado un acuerdo que llevaría el salario inicial a $14.300 en un solo tramo, que entre básico y adicionales implica un aumento del 36%. Pero las empresas, pese a estar en condiciones de abonarlo según fuentes gremiales, condicionaron la firma del acuerdo a un aval de Trabajo. Ante la negativa, la negociación volvió a foja cero y la Federación decidió seguir con su huelga, extendiendo su alcance a la zona de San Lorenzo.

Según la parte sindical en la audiencia de ayer pasó lo mismo que el viernes: trabajadores y cámaras empresarias llegaron a un acuerdo pero el Ministerio de Trabajo se opuso. El abogado Matías Cremonte, asesor laboral de la Federación, denunció la “intervención indebida y por cierto ilegal, a la que este Ministerio nos tiene acostumbrados. Por un lado declama la vigencia de paritarias libres, y por otro, le pone un techo a los aumentos salariales que se negocian libremente”.

“Resulta paradójico que queriendo parecerse a Perón en el 45, la Presidenta termine asemejándose a Isabelita, cuando en 1975 se opuso a la homologación de los acuerdos salariales conseguidos”, completó.

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