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ECONOMIA
27 de marzo de 2019
Según el Indec, un hogar de cuatro personas -dos adultos y dos menores- necesitó casi $27.570,43 para evitar la pobreza y $11.117 para no caer en la indigencia; ambas canastas se incrementaron por encima de la inflación
De esta forma, una familia tipo necesitó $10.032,55 más en febrero de este año que en igual mes de 2018 para evitar ser considerada pobre. Hace 12 meses, el valor de la CBT según el Indec era de $17.537,88.
En comparación con enero, la suba de esa canasta fue del 4,3%, que representa un incremento en su valor de $797,51.
En tanto, la canasta básica alimentaria (CBA), que tiene en cuenta la cantidad mínima de alimentos para la subsistencia y define la línea de indigencia, fue estimada por el Indec en $11.117,11, con un alza interanual del 59,1%.
En términos nominales, esta variación que supera en ocho puntos a la inflación promedio implica un incremento en el costo de la canasta alimentaria de $4129,91 en un año. En otras palabras, una familia de cuatro personas necesitó en los últimos 12 meses un incremento de esa magnitud en sus ingresos para no caer en la indigencia.
Con respecto a enero, la CBA aumentó un 5,1% -más de dos puntos por encima de la inflación- y se incrementó $539,95 en un mes.
En la estimación individual, el Indec definió que en febrero una persona adulta necesitó un ingreso mensual de $8922,47 para no ser considerado pobre y $3597,77 para evitar la indigencia.
La diferencia entre los valores de inflación y de la canasta básica total se explican porque el último indicador toma únicamente el incremento de los precios correspondientes a alimentos y servicios básicos como gas, luz, agua y transporte, mientras que el índice de precios contempla, además, la variación de precios en otros rubros, como salud, educación, prendas de vestir o esparcimiento.