Viernes 22 de Noviembre de 2024

SOCIEDAD

5 de marzo de 2019

Baby Etchecopar : A la jueza no le importa nada, le dice 'Luquitas' al chorro

El periodista fue durísimo con la jueza Chomiez, que otorgó las salidas transitorias a Lucas Vázquez, detenido nuevamente en un intento de robo.

Baby Etchecopar habló tras la detención de Lucas Vázquez, uno de los integrantes de la banda que atacó a su familia y con los que se tiroteó en marzo de 2012. El delincuente, de 24 años, era menor al momento de aquel hecho y, aunque está condenado a prisión hasta 2022, obtuvo un beneficio de salidas transitorias, otorgado por la jueza de Responsabilidad Penal Juvenil Nº 1 de San Isidro, Silvia Noemí Chomiez.

"Es una prueba más de la falta de justicia, la falta de méritos de alguien para ser juez, de cómo se olvidan de la familia de la víctima. A la jueza no le importa nada. Se murió mi mujer, mi hijo quedó mal, mi hija lo mismo", dijo el conductor y periodista este lunes por la mañana, antes de entrar a Radio 10 para su programa El Ángel del Mediodía.

"Realmente fue un parto, cada seis meses tuve que tener a la jueza en vilo, con mi abogado y el fiscal, para que no lo largue (al delincuente). La jueza se llama Chomiez. Ella lo hubiera largado desde el primer día. Yo no soy la Justicia, la vida de ese muchacho ahora depende de la jueza", agregó.

Lucas Vázquez fue detenido en las últimas horas después de intentar ingresar a una casa en Villa Martelli, en Vicente López.

El delincuente, de 24 años, que había sido condenado en 2013 a 9 años de prisión por el violento episodio en la casa del periodista, en San Isidro, quedó detenido junto a un cómplice luego de que un vecino advirtiera que habían saltado la reja de una vivienda ubicada en la calle Ameghino al 700.

"No estoy enojado ni con el ladrón ni con el Estado... Estoy enojado con esta Justicia, que ahora se hagan cargo, le dan 20 años y a los 4 años los dejan libre. Cuando vos a un chorro le decís 'Luquitas' y no lo llaman por su nombre, porque lo quieren reinsertar y todo eso, basta. La jueza estaba encaprichado en largarlo. Lucas Vázquez puede ser una víctima de la jueza, él ahora es responsabilidad de ella", dijo Etchecopar.

"Estaba cantado, vive armado, vive de falopa... Es del Pasaje de la Muerte, lo conocen todos. Estoy cansado de estos jueces garantistas que tienen la potestad de liberarlo. Que se hagan cargo. Cuando le haga algo a algún familiar suyo, ahí se dará cuenta. A la jueza ya la van a juzgar sus vecinos, la gente, cuando entre al juzgado, y cuando eso ocurra es un castigo más duro que el de un juicio", aseveró.

Más tarde, el conductor fue aún contundente ante los micrófonos de TN: “La jueza es un desastre. Mi problema no es Lucas Vázquez, fue la jueza Chomiez de San Isidro que desde el primer día que cayó preso hizo todo lo posible por largarlo, porque ella es liberadora de presos”.

Y, en ese marco, siguió con sus críticas hacia parte de los magistrados. “Los policías trabajan fenómeno, los garantistas son unos ridículos”, dijo Etchecopar y continuó: “Vos podés ser garantista cuando tenés institutos donde los chicos aprenden a trabajar, estudian y salen cumpliendo garantías. Pero los lugares donde estos chicos van son reductos de paco, de alcohol, de violación. ¿Cómo va a salir el pide de ahí adentro? Más contaminado. Tienen que ser lugares donde el chico salga un hombre entero, con un seguimiento de 3 años para ver si se reincorpora. No un 'hay, bueno, le doy la salida, que vuelva a Villa Martelli y si roban me lo traen'. Es una locura”.

En ese sentido, para Baby “no hay futuro en esta sociedad con estos jueces, con jueces como (Norberto) Oyarbide, como esta jueza, jueces que son un papelón”. Y graficó: “Es lo mismo que me voy a operar de la garganta y el cirujano tiene parkinson”.

Así, Etchecopar reconoció que volvería a matar de encontrarse nuevamente en una situación límite como la que vivió en 2012: “El límite es mi familia. Lucas Vázquez quiso violar a mi hija embarazada, eran tres: a uno lo maté y éste lo herí, por eso lo agarraron. Si vuelven a tocar a mi hija yo vuelvo a matar, sino es con un arma es con un palo y si no con la mano”.
El conductor, además de criticar a la Justicia, también apuntó al rol del Estado. “El lejano Oeste no lo hace Baby, lo hace el Estado ausente, el Estado miserable que habla de la elección del año que viene. Hablamos siempre a futuro y en el presente sigue muriendo gente.... Cualquiera entra a la propiedad ajena y el estado no hace nada”.
Y cerró: “Si hubiese jueces como la gente, uno le puede dar la mano al agresor y perdonar porque no todos tienen la culpa de cometer un error”.

El asalto a Etchecopar
Era la noche del 12 de marzo de 2012. En una casa de San Isidro, el silencio de la noche se interrumpió por los gritos de una familia y las detonaciones de los disparos, que fueron más de 15.

Un asaltante murió y otros tres, uno herido, escaparon. El conductor Baby Etchecopar (66) y su hijo Federico, de 24 años al momento del hecho, cayeron baleados, pero con vida.

El padre había sufrido tres disparos; Federico, cuatro. Enseguida, los gritos desesperados de la hija del conductor –embarazada–, la movilización de los vecinos y la llegada de las ambulancias.

Todo comenzó alrededor de las 22 cuando Federico se encontraba cerca de la casa de su novia, en la zona de Las Lomas, en un auto Mercedes-Benz de la familia. Cuatro delincuentes llegaron al lugar en un Ford Galaxy y abordaron a la pareja en su propio vehículo. Fue así que los obligaron a ir hasta la casa de Etchecopar.

Al ingresar a la vivienda, abordaron a Adriana, la esposa del actor, y a su hija embarazada. Los asaltantes se mostraban muy agresivos a pesar de que las mujeres no intentaban resistirse. Según una versión, Baby tampoco opuso resistencia en un primer momento.

Con el correr de los minutos, sin embargo, mientras la agresividad iba en aumento, en un episodio no del todo aclarado el actor decidió tomar un arma y defenderse. Se desató el tiroteo y en el duro enfrentamiento, en el que padre e hijo resultaron heridos, uno de los ladrones cayó muerto. A Baby, que también sufrió los disparos, le pareció ver que uno los hombres escapaba sangrando.

Los miembros de la banda se fueron en el Mercedes-Benz de la familia que, pasada la medianoche, apareció en Bogado y Curupaytí, en el barrio Santa Rita. El otro vehículo que usaron, el Ford Galaxy, quedó frente a la casa de los Etchecopar.

Minutos después del enfrentamiento, Baby y Federico llegaron al Hospital Central de San Isidro, con heridas graves y casi en simultáneo fueron intervenidos quirúrgicamente.

Mientras tanto, los patrulleros de la comisaría 1° de San Isidro cercaron la casa familiar de Francia 137 –en la cuadra hay una garita de seguridad, que en el momento del asalto habría estado vacía, según los vecinos–. En un principio, las vidas de Baby y Federico pendieron de un hilo. Con el paso de las horas no obstante, desde el hospital se informó que estaban fuera de peligro, aunque graves.

Según relató horas después en la guardia del centro de salud el conductor de radio Oscar González Oro, compañero de trabajo de Etchecopar en Radio 10 por aquel entonces, Baby sufrió "tres disparos, en una mano, en la pierna izquierda y en la pierna derecha, donde el proyectil le hizo estallar un hueso".

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