Viernes 22 de Noviembre de 2024

MUNDO

19 de mayo de 2015

Cantó, triunfó y su familia le disparó en la cabeza

Mtulu Kaya, de 19 años, fue la sensación de un concurso televisivo de talentos, pero el rechazo de su padre terminó en un "crimen de honor", hostigado por el clan tribal al que pertenecen.

La joven turca Mutlu Kaya estuvo a punto de morir porque quiso triunfar en la música. Un individuo le disparó ayer en la cabeza, después de que el clan familiar la amenazara por su deseo de participar en un "talent show" televisivo. Según el periódico "Hürriyet", Kaya, de 19 años, sigue en estado crítico en un hospital de Diyarbakir, la mayor ciudad kurda de Turquía. A pesar de su situación, los médicos no temen por su vida y notificaron su progreso. Mutlu Kaya logró, el mes pasado, conmover a media Turquía con su actuación en la preselección para "Sesin çok güzel" (Suena muy bien), el programa de talentos musicales del canal Fox.   Sobre el escenario, la chica entonó la canción "Heveslik Eyledim", del folklorista local Musa Eroglu. Lo hizo de forma tan sentida que la madre de Mutlu, junto a su hermano, se pasaron la actuación sollozando abrazados. Ya sorprendió entonces la ausencia del padre. Poco después de aquella primera cita con el estrellato, el 17 de abril pasado, el periódico local "Posta" informó que la joven había empezado a recibir amenazas de muerte del clan de su padre. "Cuando oyeron que iba a unirme al concurso, me dijeron que iban a matarme. Tengo miedo", dijo Mutlu Kaya, según el periódico. La joven promesa de la canción había aceptado participar en el programa después de que Sibel Can, una célebre cantante y miembro del equipo de "Sesin çok güzel", viajara expresamente en marzo a Diyarbakir para convencerla de que se pusiese bajo su tutela musical.   Sibel Can acudió a la cantina de la escuela, donde Mutlu Kaya trabaja, y le prometió a ella y a su madre un futuro exitoso. "Su hija ahora está conmigo. Tiene un gran talento artístico. La primera vez que la oí cantar dije '¡es ella!'", aseguró la diva turca. Aunque el sureste turco alberga a la comunidad kurda, conocida por haber alumbrado un movimiento secular en auge, los "crímenes de honor" -muchas veces disfrazados de suicidio por los agresores, generalmente familiares-, siguen siendo una práctica habitual. La plataforma "Stop Feminicidios" estima que, sólo en 2014, 294 mujeres fueron asesinadas. El 47% de ellas murieron por tomar decisiones de forma independiente. En lo que va de 2015, el terrorismo machista ya mató a 91 mujeres.

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