La realidad volvió a superar a la imaginación, esta vez en Tucumán. Fue cuando un grupo de personas atrapó a un ladrón en Villa Urquiza y decidió aleccionarlo dejándolo atado a un poste de luz, completamente desnudo.

El motivo de esa reacción fue el asalto que sufrió una joven estudiante de 19 años, el sábado a la noche. Alrededor de las 21.20, esperaba el colectivo en una parada de avenida Siria esquina Venezuela, cuando una motocicleta se detuvo frente a ella. Según el relato de la madre de la víctima, un joven que viajaba como acompañante se bajó del rodado y le exigió que le entregara la cartera.

“Mi hija salió corriendo, a los pocos metros se cayó y el tipo le quitó el bolso”, contó la mujer, que prefirió resguardar su nombre y el de la joven. Un automovilista que pasaba por la zona y que se percató de la situación, dobló en contramano y atravesó su auto en la avenida para evitar que el delincuente pudiera huir.

En una maderera

La mamá de la víctima agregó que todos los transeúntes se sumaron rápidamente a la tarea de atrapar al delincuente. “Al verse rodeado, el tipo tiró la cartera e intentó escapar por Venezuela (hacia el oeste) donde está la maderera”, precisó la mujer. 

Fue en ese lugar, a unos 50 metros de la avenida, donde le dieron alcance. Su cómplice, en tanto, consiguió darse a la fuga.

A esa altura, ya se habían acercado automovilistas, motociclistas y vecinos del barrio, todos dispuestos a darle una lección al ladrón. Pero, a diferencia de lo que suele suceder en estos casos, cuando la gente se dispone a darle una paliza al delincuente, estas personas le aplicaron otro castigo: le quitaron toda la ropa, hasta sus prendas íntimas, y lo ataron a un poste de luz de cemento que hay en esa cuadra.

La mamá de la víctima recordó que los vecinos no dejaban de insultar al ladrón. “¡Chorro!” y “¡Gato!” eran las palabras más suaves que le lanzaban a la cara. “Yo, con la bronca que tenía, me acerqué y le di un par de golpes”, confesó la mujer, que no fue la única que no pudo contener las ganas de pegarle una trompada.

Un testigo de esa escena llamó por teléfono a la seccional 5ª y el jefe de la comisaría, Cándido Galván, envió a dos motoristas a ver qué pasaba. Cuando llegaron los policías, los vecinos explicaron por qué habían reducido al joven, que seguía desnudo, adherido a la columna de alumbrado público. 

Los policías desataron al ladrón, le alcanzaron lo que quedó de sus prendas de vestir, que habían sido destrozadas por los vecinos, y se lo llevaron esposado a la comisaría. Allí supieron que se trataba de un joven de 18 años, oriundo de Las Talitas. 

En un recorrido por la zona, los vecinos le dijeron a este diario que están cansados de sufrir robos y arrebatos a toda hora del día. “Esto pasa todo el tiempo por acá. Por suerte los vecinos fueron muy solidarios y socorrieron a mi hija”, destacó la mamá de la joven asaltada. 

El delincuente quedó aprehendido por robo, a disposición del fiscal de Instrucción de la X° Nominación, Guillermo Herrera.

Fuente La Gaceta