Lunes
25 de Noviembre de 2024
POLICIALES
9 de mayo de 2018
Jamás las niñas imaginaron que al morir su madre, también con ella agonizaría y expiraría su inocencia.
La historia es ventilada desde ayer, a puertas cerradas, en un juicio en contra de un jornalero bandeño de más de 40 años.
Temprano, los fiscales Alicia Falcione y Juan Allende presentaron la odisea al tribunal.
Como en un cuento de terror, el prólogo fue escrito con la muerte de la mamá de las hermanitas.
Secretos carnales
Lejos de protegerlas y atenuar con amor tamaña orfandad, el padre se perdió en un oscuro sendero sexual, sin retorno.
En semanas, sometió sexualmente a la nena de 12 años, aprovechando que la de 7 iba a la escuela.
La víctima tenía penado confiarle "semejante secreto" a la hermanita.
Los familiares intuían que la tristeza de la niña se debía a la falta de su madre, pero ninguno se imaginaba las violaciones que sufría por parte de su padre.
Tanto pisoteó la dignidad de su hija, que ésta dijo basta y estalló en llanto ante su tía.
Auxilio judicial
"Mi papi me viola, ayudame", imploró y la mujer acudió ante la Justicia.
Sobrevino un proceso extensivo a la otra niña, quien en Cámara Gesell confesó que a ella también la manoseaba de noche.
"Abuso sexual con acceso carnal" y "abuso simple", agravado por su condición de padre son los cargos.
El individuo, inmutable, ayer enfrentó a los jueces asistido por el defensor oficial Walter Nicolai.
Las víctimas, hoy adolescentes, son representadas por la defensora oficial Cecilia Pinto.