Sábado 23 de Noviembre de 2024

ESPECTACULO

11 de abril de 2018

El divertido mensaje de Carlitos Balá

A través del Facebook live de su cuenta oficial, Carlitos Balá saludó a sus seguidores y les aclaró: “Me operaron y estoy muy bien. Sigo en Recoleta pero del lado de afuera".

El humorista, de 92 años, utilizó las redes sociales para contactarse con sus fans, que en los últimos días se habían preocupado por su estado de salud.

Hace algunas semanas, previo a las Pascuas, Balá fue intervenido por un carcinoma en el Sanatorio Otamendi. La cirugía ambulatoria resultó un éxito.

“Eaeapepé”, fue lo primero que dijo Carlitos, fiel a su estilo. Y, siempre desde el living de su departamento, siguió: “¿Saben quién les habla? Un servicial que está vivo, se llama Carlitos Balá y les va a preguntar algo que nunca preguntó: ¿Qué gusto tiene la sal?”.

Enseguida, el actor del eterno flequillo volvió a hacer el chiste que a fin del año pasado causó gran revuelo: “¿Qué gusto tiene la sal? Si no la cambia el Gobierno".

Por las dudas, lo aclaramos: como en su momento lo explicó Laura, hija de Carlitos, Balá “no tuvo intenciones de criticar al presidente Mauricio Macri sino que hace siempre el mismo remate. Hace más o menos 20 años que repite ese chiste y lo termina de la misma manera más allá del Gobierno de turno”.

Después, en el mismo Facebook live, y sin perder la gracia, Carlitos siguió hablando sobre su estado de salud: “Estoy muy bien, por ahora... Nací en Chacarita, así que estoy cerca... Pero ustedes me dan ánimo para seguir viviendo”.

Como se trataba de un ida y vuelta en directo con sus admiradores, a Balá le empezaron a llegar cientos de mensajes: “Sos un genio”. “Te amamos”. “Gracias por alegrarnos la vida”, le dijeron.

Y Carlitos volvió a agradecerles el afecto y les dedicó otro gestito de idea.

Entre tantos homenajes y gestos hacia Balá, en las últimas semanas se supo que su biografía ("Aquí llegó Balá") desembarcó en las Islas Malvinas, en lo que significó un gran gesto de un maratonista que corrió 42 kilómetros y logró la emocionante foto.

Balá suele visitar hospitales y alegrar a grandes y chicos que no atraviesan un buen momento. En el último tiempo, por ejemplo, trascendió que -en silencio y sin avisar- se asomó por el Sanatorio Anchorena para regalar un poquito de alegría. Se ofreció, por iniciativa propia, a recorrer las habitaciones de los pacientes y repartir sonrisas. 

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