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ACTUALIDAD
6 de noviembre de 2017
La revelación la realizó el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, equipo responsable de los Panama Papers. En total, son más 13,4 millones de documentos de sociedades offshore que salpicaría a políticos, empresarios, artistas y deportistas de todo el mundo, incluso de Argentina. Mirá de quiénes se trata.
Tal como sucedió con los Panama Papers, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) dio otro sacudón en el mundo de las cuentas offshore al revelar información de más de 13,4 millones de documentos de sociedades que operan en paraísos fiscales.
La nueva filtración denominó Paradise Papers y se centra en Appleby, uno de los tres estudios jurídicos más importantes del mundo dedicados al armado y administración de estructuras societarias offshore, en Asiaciti Trust, otro proveedor de este tipo de sociedades, y en otras 19 jurisdicciones secretas.
La documentación expone la operatoria de lo que se conoce como "el círculo mágico offshore", una élite que incluye a 120 políticos, empresarios, príncipes, estrellas de Hollywood, deportistas, multinacionales y reconocidos bancos y universidades.
Algunos involucrados
El listado incluiría, entre otros, al secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, a la reina Isabel de Inglaterra, al ministro de Finanzas de Brasil, Henrique Campos Meirelles. Madonna y Bono también figuran con detalles de sus actividades financieras. Del mundo corporativo, salen a la luz multinacionales como Apple, Nike o Uber, y bancos como Citigroup, HSBC y Credit Suisse.
Estados Unidos sería uno de los focos centrales de la filtración. Más de una docena de asesores del presidente Donald Trump, miembros del gabinete y grandes donantes aparecen con vínculos offshore.
Algunos argentinos aparecerían también en la nueva filtración. El ministro de Finanzas, Luis Caputo, y el empresario Ignacio Rosner, quien por estos días intenta tomar el control del Grupo Indalo.
Recurrir a una sociedad offshore o abrir una cuenta bancaria en un paraíso fiscal no es, en sí misma, una actividad ilícita. Si embargo, si el "beneficiario final" de esa operatoria no declara su dinero o cualquier otro activo a las autoridades tributarias de su país puede incurrir, por ejemplo, en los delitos de evasión o lavado.