Viernes 22 de Noviembre de 2024

INTERNACIONALES

29 de abril de 2015

Murió Francois Michelin, el último patriarca de los neumáticos

Tenía 88 años y condujo la empresa entre 1947 y 1999, a la que transformó en una de las líderes del sector. Un apellido ilustre del empresariado francés.

Francois Michelin, el hombre que durante casi medio siglo dirigió la empresa de neumáticos francesa del mismo nombre, murió a los 88 años, indicó esta mañana el grupo en un comunicado. El industrial francés, nieto del fundador de la marca de neumáticos que lleva su apellido y que dirigió entre 1955 y 1999, fue el penúltimo Michelin en conducir esa empresa, que dejó en manos de su hijo Edouard, que se ahogó mientras pescaba cuatro años después de acceder al trono empresario.

Francois transformó la compañía en uno de los principales fabricantes de neumáticos del mundo durante los 47 años que la timoneó. Fue nombrado para ese puesto por su abuelo, Edouard, uno de los cofundadores de la empresa. Desde 2006 y tras la muerte de Edouard, ningún otro Michelin condujo el grupo establecido en Clermont-Ferrand, una ciudad ubicada en el centro de Francia.

A Francois Michelin se le consideraba como el último gran patriarcas de los negocios franceses y el más reservado de todos. De profundas convicciones cristianas, su paternalismo y su falta de comunicación lo convirtieron en blanco de críticas. François es hijo de Étienne Michelin (1898-1932) y de Madeleine Callies (1898-1936) y nieto de Édouard Michelin (1859-1940). Tras la muerte de sus padres, Francois fue educado en Clermont-Ferrand, en la casa de su abuela Madame Edouard Michelin, la que tenía el nombre de soltera de Thérèse Wolff (1870-1953).

Bajo su dirección se desarrolló el neumático radial, un producto que le permitió a Michelin ser el primer fabricante mundial de neumáticos del mundo. En el comunicado, el gigante francés afirmó que Michelin fue durante los 47 años que la dirigió un "visionario y humanista". Y añade que "bajo su dirección, la empresa tuvo un desarrollo sin precedentes, impulsado por su pasión por la innovación y su exigencia de rigor al servicio de la calidad y que tuvo una dimensión internacional".

El actual presidente de Michelin, Jean-Dominique Senard, rindió homenaje a este "hombre de excepción unánimemente respetado por sus valores, sus convicciones y su visión". También lo hizo el primer ministro francés, Manuel Valls, que en su cuenta de Twitter destacó que el fallecido empresario había elevado "los valores de la industria francesa en el mundo".

Nacido el 15 de junio de 1926, Francois efectuó gran parte de su carrera dentro de la empresa junto a su hermano André. Su abuelo lanzó dos años más tarde (en 1928) el revolucionario neumático desmontable, inicialmente pensado para bicicletas pero que tres años después adaptaron también a los vehículos. Ese fue el gran referente de la marca Michelin, mundialmente conocida por su símbolo, el "Bibendum", un muñeco hecho de neumáticos.

El ingreso de Francois en la empresa es una curiosidad: lo hizo en forma anónima, como simple obrero y durante cuatro años pasó por diversos puestos, antes de convertirse en 1955 en cogerente junto a Robert Puiseux, yerno del fundador Edouard Michelin. Cuatro años más tarde pasó a liderarla. Desde allí y debido a los éxitos logrados a nivel local y mundial, Francois fue considerado uno de los representantes del empresariado tradicional francés. Durante la última parte de su mandato, compartió la gerencia de con su primo, Francois Rollier, padre de Michel, que tomó las riendas del grupo en 2006 tras la muerte de su hijo.

Michelin, hoy, es una de las las líderes del mercado mundial, con presencia comercial en 170 países y con más de 115.000 empleados. Esta es la fortaleza de Michelin, una compañía que desde su fundación en 1891, desarrolla productos y servicios innovadores para las más diversas áreas – desde autos y motos hasta vehículos de cargas, máquinas y hasta aviones. Y tiene presencia en la Argentina desde hace más de 100 años: la compañía instaló su primera oficina comercial cerca del microcentro porteño, en 1913.

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