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INTERNACIONALES
9 de octubre de 2017
Una semana después del 1-O, las calles de Barcelona vuelven a poblarse. Esta vez con aquellos en desacuerdo con la idea de escindirse del Reino de España. Bajo el lema “Prou, recuperemos la sensy” (Basta, recuperemos la sensatez) la movilización transcurre por la Vía Laietana, una de las principales avenidas del centro de la capital catalana. Una de las consignas que se grita es "Puigdemont dimisión".
Una semana después del referéndum independentista convocado por las principales fuerzas políticas catalanas, miles de personas se manifiestan hoy en el centro de Barcelona para oponerse a la secesión y reivindicar la unidad de España.
Bajo el lema “Prou, recuperemos la sensy” (Basta, recuperemos la sensatez) la movilización transcurre por la Vía Laietana, una de las principales avenidas del centro de la capital catalana, con la participación de miles de personas que se movilizan hacia el Parque de la Ciudadela, en las inmediaciones del Parlamento catalán, donde al final de la demostración se leerá un manifiesto.
Al grito de “Viva España”, “Cataluña es España” y “Puigdemont dimisión”, la movilización transcurre en un clima de tranquilidad sin incidentes ni problemas y cuenta con la presencia de figuras políticas como el presidente del Partido Popular local, Xavier García Albiol, el líder de Ciudadano, Albert Rivera, el presidente del Parlamento Europeo y figura del Partido Socialista Obrero Español, Josep Borrel y el escritor peruano Mario Vargas Llosa.
Estos dos últimos serán los encargados de leer el documento durante el cierre del acto. La convocatoria de la movilización de hoy, se realiza a tres días antes de la sesión en la que el Parlamento catalán prevé debatir la independencia después del referendum del domingo pasado en el que, pese a la falta de fiscalización oficial, más de dos millones de personas respaldaron los planes secesionistas.
Las horas previas a esa jornada estuvieron signadas por un despliegue represivo por parte de la Policía Nacional y la Guardia Civil que por orden de Madrid, desarticularon colegios electorales, secuestraron urnas y reprimieron a los votantes. La iniciativa, promovida desde las redes sociales por la plataforma “Hablamos?”, que tiene su epicentro en Barcelona, también se replicó en las puertas de ayuntamientos de toda España.