La Gendarmería Nacional inició el protocolo antipiquetes y liberó de manera total la circulación vehicular en el cruce de la autopista Panamericana y la ruta 197, partido bonaerense de Tigre, donde hubo represión, gases, palos y detenidos debido a que el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) concretaba un bloqueo total.

"Si no quieren irse por las buenas, vamos a iniciar el protocolo de acción. El objetivo es que haya caminos alternativos", había alertado la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, antes del operativo.

"La situación es compleja porque hay muchos manifestantes en varios lugares para impedir que la gente que quiere trabajar pueda llegar pero con un trabajo duro y complejo estamos haciendo lo mejor", había remarcado antes de la brutal represión.

En tanto, recordó que hubo “alrededor de dos mil efectivos” de Gendarmería nacional distribuidos por distintas zonas de la Ciudad y el Conurbano para garantizar la libre circulación.

"Queremos llevar tranquilidad absoluta para quien quiera ir a trabajar. Nosotros garantizamos tanto el derecho de huelga como de la libre circulación", sostuvo el secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman, en diálogo con Crónica TV.

El viceministro de Seguridad, Eugenio Burzaco, estuvo presente en el lugar, donde estaba previsto desde el miércoles que se desplegara un fuerte operativo de seguridad para evitar que hubiera una interrupción total del tránsito.

Incidentes 
Personal de Gendarmería nacional y militantes de izquierda que cortaban la Autopista Panamericana se enfrentaron después de que los efectivos intentaran desalojar la calzada bloqueada por los manifestantes en el contexto del paro general convocado para la CGT.
   
Gendarmería había logrado liberar un carril, mano a Capital  Federal, pero luego los militantes intentaron bloquearlo una vez  más y fue entonces cuando los uniformados avanzaron contra los  manifestantes, incluso con camiones hidrantes y gas pimienta, lo  que generó la reacción de los piqueteros.
   
Los militantes atacaron a los gendarmes con objetos contundentes y con los palos que utilizaban como astas de sus  banderas, en tanto los agentes lograron detener a varios de los  manifestantes, que contaban con el respaldo en el lugar de  dirigentes de agrupaciones de izquierda.

Por su parte, docentes que cortaron con autos la autopista Panamericana, advirtieron que “no hay plata para educación, pero sí para represión”.
 
Una maestra de San Martín, que se identificó como Sofía, ante las cámaras de Crónica TV dijo que fue detenida con una colega y otro hombre, a bordo de un Volkswagen Gol de color negro, del que no podían salir ya que el auto quedó secuestrado.

“No hay plata para educación, pero sí para represión”, se quejó la mujer luego del desalojo concretado por los gendarmes con gases y agua lanzada desde carros hidrantes.

Tras los incidentes, oficiales de Gendarmería fotografiaban con sus celulares las patentes de estos vehículos, a los propios autos y sus respectivos ocupantes.

Por último, el viceministro de Seguridad, Eugenio Burzaco, llegó al corte que realizan manifestantes de izquierda en Panamericana a la altura de 197, donde se desplegó un fuerte operativo de seguridad para asegurar que no haya una interrupción total del tránsito. Allí, el secretario de esta cartera advirtió que “no debe haber piquetes totales” y que quienes los concreten tienen que hacerse “cargo de que es un delito”.
 
“Queremos llevar tranquilidad absoluta para quien quiera ir a trabajar. Nosotros garantizamos tanto el derecho de huelga como de la libre circulación”, sostuvo el secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman, en diálogo por Crónica TV.
 
Al ser consultado sobre manifestantes detenidos, Milman respondió: “Hay algunas personas retiradas de las autopistas”, pero no especificó el número ni su condición legal.

Heridos y detenidos
Seis manifestantes fueron detenidos y cuatro resultaron heridos en el enfrentamiento protagonizado por efectivos de Gendarmería y militantes de partidos de izquierda durante el corte la autopista Panamericana, a la altura de 197, en la localidad bonaerense de El Talar.
 
Así lo confirmaron fuentes oficiales, tras el choque que incluyó piedrazos y palazos por parte de los manifestantes, contra carros hidrantes y gases lacrimógenos por parte de los efectivos de Gendarmería en un procedimiento en el que como citamos anteriormente estuvo presente el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco.