En  SanCor están desesperados ante el creciente rojo financiero que atraviesa la firma y la falta de auxilio por parte del Gobierno nacional que, a diferencia del kirchnerismo, decidió negarles cualquier tipo de asistencia. 

En junio de 2016, la entrañable empresa Argentina,  SanCor, cerró su balance anual con pérdidas del orden de los $ 2421 millones, una cifra muy superior a la registrada durante los ciclos -que ya habían sido críticos- 2014 (-$ 447 millones) y 2015 (-$ 263 millones).

Protesta en la puerta de Sancor, hay mucha preocupación.

Según fuentes de la empresa, para cubrir el déficit, no alcanzó una decisión histórica que tomaron en una asamblea en Sunchales a mediados del año pasado en la cual decidieron vender el 90% de la línea de postres al grupo Vicentín Family Group por un monto de u$s 100 millones. 

Desde que asumió el gobierno de Macri, dicho grupo agroindustrial se quedó entonces con el control de los productos lácteos frescos Shimy, Yogs, Sublime, Flan Casero y Primeros Sabores dado que la transferencia también incluyó las marcas.

La cuestión es que ahora, según pudo averiguar LPO, la solución que evalúan los socios de SanCor va en esta línea. Es decir, conseguir un socio que inyecte fondos para mantener las unidades de negocios y revertir el patrimonio neto negativo. 

Cabe mencionar que SanCor opera mayormente en las provincias de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires y cuenta actualmente con una planta permanente de 4000 empleados que perciben un salario promedio mensual de unos $ 40.000.