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INSOLITO
23 de abril de 2015
Se trata de un pequeño pueblo de 680 personas ubicado 449 kilómetros al noroeste de Astana, la capital de Kazakhstán. 120 padecen una "rara enfermedad" que los duerme en cualquier momento y luego se olvidan.
Ellos la reconocen como una "misteriosa enfermedad del sueño" que apareció nuevamente este marzo. Se trata de la "novena ola" que comenzó "con dos personas, un hombre y una mujer que se adormecieron.
"Los trataron en el hospital de Krasnogorsk. En total, 120 personas han padecido la enfermedad. Y si contamos las recurrencias, el número total es de 152", contó Amanbek Kalzhanov, jefe del distrito, en diálogo con el diario La Nación.
Para todos, se trata de un total misterio. Hace varios años, a partir del 2013, los habitantes comenzaron a sufrir mareos, pérdida de la memoria y alucinaciones. Poco a poco, comenzaron a dormirse.
En Kalachi, la gente se duerme de golpe, como si los golpearan y así entraran en un sueño profundo. Mujeres, niños y hombres se desmayan de forma masiva. En una ocasión, hasta 20 adultos se durmieron al mismo tiempo. Se trata de un hecho que puede durar días y a veces semanas. Y cuando se despiertan, no entienden qué pasó.
Rudolf Boyarinos también vio algo, pero no consigue recordar qué. Sus familiares cuentan que cuatro de ellos tuvieron que hacer enormes esfuerzos para calmarlo cuando comenzó a gritar como un poseído: "¡Monstruos, monstruos!".
El doctor Kabdrashit Almagambetov trató en el hospital de Esil, la capital del distrito, a uno de esos casos. Alexander Pavlyuchenko cayó en estado de narcolepsia mientras visitaba un cementerio.
Cuando volvió en sí, nadie consiguió convencerlo de que no había pasado todo ese tiempo en una excursión de pesca.
"Es siempre así: primero se sienten débiles, se quejan de reacciones lentas y, por fin, se adormecen. Cuando se despiertan, es como si hubieran vivido en otro planeta", explicó.
Para los habitantes de Kalachi, a la angustia provocada por la ausencia de explicación, se ha sumado la consternación: con terror en la voz, evocan un episodio ocurrido en 2010, poco tiempo antes de que la epidemia hiciera su aparición. Ellos creen que se trata de una maldición por haber enterrado vivo a un anciano, al que creían muerto.
En un primer momento, el diagnóstico de los especialistas fue "encefalopatía tóxica". Equipos de médicos, virólogos, toxicólogos y epidemiólogos viajaron desde Rusia e incluso de otros países europeos. Hasta hoy se han realizado más de 20.000 análisis y estudios clínicos, pero nadie consiguió hallar una respuesta certera.
Según el experto en sueño Mikhail Poluektov, que se especializa en enfermedades neuróticas en el Primer Instituto Médico de Moscú, "lo que sucede en Kazakhstán no tiene nada en común con los 85 desórdenes del sueño conocidos hasta ahora". Pero, a su juicio, "tampoco se asemeja a una encefalopatía tóxica".
"Todavía no conocemos el agente tóxico. Por esa razón, los médicos no pueden administrar un tratamiento adecuado", sostuvo el experto.
Sin embargo, la pista que varios coinciden es que podría ser la presencia de gas radón en la atmósfera, una contaminación que provendría de las minas de uranio explotadas hasta 1991 por los 6500 habitantes de la ciudad minera de Krasnogorsk, a escasa distancia de Kalachi.