"No hay tregua ni fecha de paro", dijo uno de los integrantes de la CGT reunificada,Héctor Daer, tras la reunión con el Gobierno. La central obrera había aclarado que iba a "agotar las instancias de diálogo" antes de realizar una medida de fuerza y así ganó tiempo para negociar. En sintonía, el Gobierno también ganó tiempo: la Casa Rosada se comprometió a dar una respuesta en diez días a los pedidos de los sindicalistas.

Los gremialistas reclamaron la eximición del impuesto a las Ganancias en el medio aguinaldo, el pago de un bono de fin de año y la reapertura de paritarias,entre otras solicitudes para compensar la baja del poder adquisitivo por la inflación. Por el momento el Ejecutivo accedería a los dos primeros pedidos pero no a la renegociación salarial, que ya había descartado previamente por la tendencia a la baja de la inflación.

Los ministros de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, y del Interior, Rogelio Frigerio-dos de los presentes en el encuentro- explicaron que las mejoras en Ganancias serán recién en 2017, previa aprobación del proyecto oficial para modificar el tributo. De todas maneras ya estaría decidida la exclusión del Impuesto en el aguinaldo.

Prat-Gay y Frigerio hablaron sobre la situación fiscal de la administración y de las provincias: Ganancias es un impuesto coparticipable y cualquier reducción afecta los fondos que reciben las alicaídas economías territoriales. De todos modos la Casa Rosada ya consiguió el respaldo de los gobernadores para el apoyo en el Congreso de la iniciativa para modificar gradualmente el tributo. La presencia de Frigerio fue clave porque encabeza el diálogo con los mandatarios provinciales y frecuenta a los sindicalistas vinculados a la obra pública.

Los funcionarios consensuaron con los sindicalistas la entrega una propuesta sobre el posible pago del bono en diez días, de acuerdo a Clarín. Al igual que con Ganancias, la Casa Rosada primero deberá acordar con los gobernadores y los intendentes, porque lo que acuerde Nación se replicará a nivel municipal y provincial. 

En el sector privado algunos sectores podrían adherirse a esta modalidad, aunque el Gobierno se deslindará de esta responsabilidad. Determinadas ramas industriales ya plantearon la posibilidad de pagar hacia fin de año un bono de 4.000 pesos, lo que representa la mitad del salario mínimo.