“Se termina así el conflicto armado con las FARC”, sentenció Santos en alusión a la guerra que desangró a Colombia durante más de medio siglo.

“Con lo que sucedió este miércoles quiero informarles a los colombianos que como jefe del Estado y como comandante en jefe de nuestras fuerzas armadas, he ordenado el cese el fuego definitivo con las FARC a partir de las cero horas del próximo lunes 29 de agosto”, subrayó el presidente.

Santos habló durante una ceremonia en el Congreso, en la que le entregó al presidente del Senado, Mauricio Lizcano, una copia del texto del acuerdo firmado con la mayor organización guerrillera del país después de casi cuatro años de negociaciones en La Habana.

Esos acuerdos deberán ser refrendados por la ciudadanía en un plebiscito que se llevará a cabo el próximo 2 de octubre.

Santos opinó que se trata de un "hecho histórico que cambiará la faz de Colombia para bien".

También hizo notar que el 2 de octubre, el día elegido para el plebiscito, coincide con “el día del nacimiento de (Mahatma) Gandhi", en alusión al líder pacifista indio nacido en 1869.

Las FARC habían declarado el alto el fuego unilateral en julio del año pasado para favorecer el clima de las negociaciones.

El fin del conflicto fue celebrado por las más importantes organizaciones internacionales, gobiernos de diversos países y líderes políticos de todos los continentes, de los cuales surgieron declaraciones de apoyo y votos para que Colombia consiga una paz duradera.

Los gobernantes de la mayoría de los países de América latina, la ONU, la OEA, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la aspirante a la Casa Blanca, Hillary Clinton, las administraciones de las potencias europeas, la Cruz Roja Internacional, organizaciones sociales y defensoras de los derechos humanos, entre otros, emitieron sus pronunciamientos de salutación.

Dentro de Colombia, el ex presidente conservador Álvaro Uribe (2002-10) reaccionó con cautela y dijo que emitirá su opinión mañana, cuando termine de leer “con calma” los textos de los acuerdos.

“Estoy recogiendo las inquietudes y preocupaciones de mis compatriotas; muchos colombianos preocupados me dicen que la agenda del país no puede ser la agenda de las FARC; sigo en el esfuerzo de volver a leer lo que había leído de los acuerdos y leer lo que pudiera ser nuevo”, subrayó.

Otro ex presidente conservador, Andrés Pastrana (1998-2002), se quejó por el tono del gobierno en el nacimiento de la campaña para el plebiscito del 2 de octubre.

“Lo importante es que no haya una campaña de terrorismo; Santos es el candidato del terror, es el Donald Trump colombiano, quien aterroriza diciendo: si pierdo, habrá guerra en Colombia; mientras tanto, las FARC dicen que si pierde el «sí», no van a ir a la guerra, sino que seguirán buscando la paz”, dijo Pastrana a RCN Radio.

Entre los puntos que se discutirán en las próximas semanas figuran los referidos a las víctimas del largo conflicto y a los puntos relacionados con la reinserción en la vida legal de los ex combatientes de las FARC, quienes recibirán beneficios económicos y sociales del Estado.

Humberto de la Calle, jefe negociador por el gobierno, defendió la decisión de conceder subsidios a los guerrilleros que se desmovilicen con el argumento de que es lo mejor para evitar una "metástasis de la violencia en las ciudades. Es un seguro para los colombianos”, admitió.

También llamó a voz en cuello a votar el 2 de octubre. “Lo que no puede suceder es que se abstengan, les pedimos que estudien los acuerdos y tomen una decisión a conciencia, teniendo en cuenta que ese es el mejor acuerdo posible y nadie debe abstenerse de tomar una decisión el próximo 2 de octubre”, indicó De la Calle, citado por el diario bogotano El Espectador.

Como en otras oportunidades, recordó a los ciudadanos que si gana el No, "no hay espacio para renegociar. Tras la experiencia de estos cuatro años sé que éste es el momento de decidir, sugiero que se haga balance entre las ventajas de terminar el conflicto o continuar con un largo y doloroso proceso de victimización”, agregó.

Un estudio del Centro de Memoria Histórica reflotado por Caracol señal que a 2013 se registraron por este conflicto de más de 50 años 5,7 millones de desplazados forzados, 220.000 muertos, 25.000 desaparecidos y unos 30.000 secuestrados.

"Que no vuelvan las desapariciones, los desplazados, los homicidios y en sí las víctimas de la guerra", señaló el ex diputado del Valle, Sigifredo López, quien sobrevivió a un secuestro en 2002 junto con otros diez legisladores.