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INTERNACIONALES
11 de agosto de 2016
Personal policial canadiense mató a una célula del Estado Islámico y así furstró un atentado en la provincia de Ontario. La víctima tenía 24 años y fue abatida cuando se aprestaba a detonar una bomba.
La policía canadiense mató a un presunto miembro del grupo Estado Islámico (EI) que se disponía a activar un artefacto explosivo en la provincia de Ontario (centro), indicaron medios de prensa.
La policía federal se limitó a indicar que el miércoles por la noche había frustrado “una potencial amenaza terrorista” y que había identificado a su autor.
‘El sospechoso fue identificado y [la policía] adoptó la línea de acción adecuada para garantizar que no se pusiera en peligro la seguridad pública”, indicó la institución en un comunicado, que no precisa el lugar del incidente.
Según los medios, el sospechoso es un canadiense de 24 años, que había sido detenido en 2015 por expresar simpatías con el EI en las redes sociales. Fue liberado en febrero, pero permanecía bajo estrecha vigilancia.
La radio CBC lo identificó como Aaron Driver, quien habría sido neutralizado en Stahroy, una zona residencial del sur de Ontario.
Un familiar del sospechoso entrevistado por CBC bajo condición de anonimato indicó que las autoridades habían comunicado a la familia que el joven había sido ultimado cuando se aprestaba a detonar una bomba.
Otro medio, CTV, afirmó que se trataba de un miembro del EI y precisó, citando documentos confidenciales, que se proponía cometer un atentado en un lugar sumamente concurrido de una gran ciudad. La policía señaló que “la investigación continúa”, sin mayores detalles.
El ministro de Seguridad Pública, Ralph Goodale, indicó que había informado de la situación al primer ministro Justin Trudeau y destacó que los servicios concernidos “tomaron las medidas apropiadas para garantizar la seguridad del país y de sus ciudadanos”.
Canadá se sumó en septiembre a la coalición internacional liderada por Estados Unidos para combatir al EI.
El país redujo su implicación en el conflicto tras la llegada al poder en 2015 de los liberales de Justin Trudeau, quien ordenó retirar los aviones caza de la zona, aunque incrementó el número de instructores militares canadienses en Irak. Trudeau reafirmó en varias ocasiones el compromiso de su gobierno en “la lucha contra el terrorismo bajo todas sus formas”.