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INTERNACIONALES
1 de julio de 2016
El chef argentino Diego Rossini, que logró escapar del ataque extremista en el restaurante de Bangladesh, contó en primera persona lo que vivió en el escenario del atentado.
La historia de vida del chef Diego Rossini que logró escapar del ataque extremista en el restaurante de Bangladesh puede compararse a la de miles de argentinos que buscaron suerte con su profesión en el exterior.
Y era uno más hasta que hoy salió del anonimato de una forma violenta: estuvo presente en el restaurante español "Holey Artisan Bakery", de Daca, Bangladesh, que fue escenario de un ataque con toma de rehenes.
Rossini, de 41 años de edad, quien tiene de compañero de trabajo a Gastón Palacios -otro argentino que ahora se encuentra en nuestro país- logró escapar cuando irrumpieron los extremistas al local y escondido dio testimonio de lo que estaba viviendo.
"Están tirando tiros. Por favor, llamen a la Policía. Me he escondido en la terraza", describió Rossini en un foro de una red social, para un par de horas después confirmar por Facebook que estaba "vivo" tras haber conseguido escapar.
Posteriormente y en declaraciones televisivas, Rossini explicó cómo vivió los hechos confirmando que sólo tiene un golpe producto de haber saltado a un edificio colindante.
"Desde donde estaba en la zona de la cocina vi que había movimientos y cuando comenzaron a atacar pude escapar a la terraza", precisó.
El relato del argentino se tornó dramático cuando reveló que los extremistas "iban y venían corriendo buscando gente para matar.
Me pasó una bala cerca de la cabeza y pude verlo a la cara al que me disparó, pero no sé cuántos eran. Un italiano que estaba conmigo dijo que eran entre cuatro y seis".
De acuerdo a su testimonio, fue una suerte que el día no tenía mucho movimiento y no había tanta gente "porque si no la situación sería mucho peor".
Rossini explicó que cuando vieron entrar a los extremistas, un grupo se dirigió a la terraza y pusieron un armario trabajando la puerta. "Pero cuando vimos que empujaban la puerta como en una película de terror, decidimos saltar al edificio de al lado y ahí me quedé como una hora esperando a que llegara la policía", sostuvo.
"Levanté la mano para que me vieran y por eso digo que me rescataron dos veces: primero me llevaron a un cuarto y luego me sacaron a un edificio que está al lado del restaurante", detalló.
Finalmente y comprensiblemente nervioso, este chef argentino reveló que hace un año vio un ataque en la calle y decidió preparar un "protocolo de escape por si me pasaba algo así y por eso me salvé hoy".
"Es muy duro vivir así, estoy cansado de lo que pasa acá, tengo ganas de volver a la Argentina o a España", confesó finalmente.
Rossini estudió la secundaria en el Normal 9 de Buenos Aires y en 2011 emigró a Cadaqués, en la provincia catalana de Girona, para finalmente recalar en Daca el pasado año.
En la capital de Bangladesh ingresó en el restaurant O Kitchen, el mismo que es epicentro del violento ataque perpetrado hoy y que sin dudas, lo marcará por el resto de sus días.