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19 de junio de 2016
Lionel volvió a actuar el sábado por la noche como titular en el seleccionado argentino y lo hizo como siempre, jugando y asistiendo para otra cómoda victoria en la Copa, pero además marcó el gol con el que alcanzó a Gabriel Batistuta como máximo anotador.
"Lo empaté, no lo quebré, pero estar junto a Gabriel Batistuta como máximo goleador de la selección, con todo lo que éso significa, para mi es un verdadero orgullo", le confesó Messi a Télam tras una jornada petórica de emociones en el Gillette Stadium, de Boston, donde casi 60,000 personas presenciaron un hecho histórico en la vida de Messi y del fùtbol argentino.
"Pero además estoy contento porque no solamente pude convertir, sino que ayudé al equipo con el pase que le hice a (Gonzalo) Higuaín en el primer gol, Eso también fue muy lindo", resaltó respecto del 4 a 1 con el que Argentina sacó el pasaporte a las semifinales de este certamen, instancia en la que enfrentará a los Estados Unidos, el próximo martes en Houston.
Y destacó que el objetivo para este encuentro "era pasar de ronda y llegar a semifinales. Y lo conseguimos haciendo un gran partido y siendo superiores, salvo en el cuarto de hora final del primer tiempo, cuando ellos nos presionaron y lograron quitarnos la pelota".
Messi ya lleva cuatro tantos en este torneo pese a que de los cuatro partidos jugados por Argentina el no completó ni dos, aunque eso no importó para que en solamente media hora le anotara tres a Panamá.
"El partido lo jugamos bien, salvo el cuarto de hora final del primer tiempo cuando ellos además de las tres opciones de gol que nos crearon, tuvieron un penal en esos minutos que atajó (Sergio) Romero (el ejecutante Luis Seijas le quiso picar la pelota y 'Chiquito' le adivinó la intención), pero después, en el segundo volvimos a jugar como al principio y rematamos el partido", describió.
"Por éso creo que debemos seguir de esta manera, yendo a buscar los partidos desde el principio, teniendo la pelota siempre. En lo que debemos mejorar es en no confiarnos ni dormirnos, como nos pasó en esos 15 últimos minutos del primer tiempo, porque si nos llegaban a convertir, ahí se iban a ir al vestuario con un solo gol abajo y en el segundo seguro que salían con todo", evaluó.
'Lío' arrancó parado por derecha en el primer tiempo, cerca de la mitad de la cancha, oficiando de lanzador por momentos y encarando en diagonal en otros, siempre forzando la falta rival en este último caso o poniendo a los delanteros, especialmente a Gonzalo Higuaín, de cara al arquero como en el primer tanto.
"Nosotros tratamos siempre de tener la pelota y hacer posesiones largas, pero cuando la perdemos también sabemos ser prácticos para juntar las líneas y tratar de recuperarla rápido. Además sabemos cuando presionar y cuando esperar. Creo que ambas facetas las estamos dominando muy bien", analizó, demostrando que no solamente juega como lo que es, el mejor del mundo, sino que también sabe ver el fútbol y explicarlo con absoluta claridad.
Esa misma lucidez con la que sorprende al analizar las virtudes del próximo rival en semifinales, Estados Unidos, al que desmenuzó como si fuera un entrenador destinado a la observación de los adversarios de turno.
"Estados Unidos será un rival muy duro, porque trabaja bien el juego físicamente pero también tiene buena posesión y sabe soltar a los laterales por afuera para sorprender. No solamente es difícil por ser local, sino también porque es un equipo que tiene jugadores muy interesantes", precisó.
"Pero nosotros debemos hacer nuestro trabajo y fundamentalmente estar tranquilos para alcanzar nuestro objetivo, que ahora es llegar a una nueva fina", aclaró acto seguido, como para tampoco subirle demasiados puntos al equipo dirigido por el alemán Jürgen Klinsmann.
Sin embargo, lo que más lo preocupa al crack rosarino este domingo es que tendrá que pasar "el Día del Padre lejos" de sus hijos.
"Eso es algo que me pasó varias veces, lo mismo que mi cumpleaños (el 24 de este mes cumplirá 29), porque todo es en junio, cuando se juegan los mundiales o la Copa América. Y eso se hace difícil para ellos y también para mi mujer, porque en esos momentos la familia quiere estar junta", admitió.
Messi siguió con su costumbre de hacer historia anoche, justo en el estadio de Foxborough donde hace 22 años Diego Maradona vivía su último día con la camiseta argentina en el Mundial de 1994, el 25 de junio, en una de las jornadas más tristes para el fútbol nacional a raíz de su doping positivo en el encuentro de fase de grupos frente a Nigeria. Y en aquella fecha oscura también estaba en la cancha Batistuta.