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INTERNACIONALES
8 de junio de 2016
La carrera a la Casa Blanca. Tras ganar esta noche en Nueva Jersey, dijo que había asegurado la nominación de su partido. Y ahora le apunta a Trump.
Luego de que una serie de conteos aseguraron que ya tenía los delegados suficientes como para ser nominada, Hillary Clinton ganó esta noche en New Jersey y otros estados, declaró su victoria en la primaria demócrata y remarcó el hito que acaba de alcanzar el país: es la primera mujer candidata a la Casa Blanca. “Esta noche hicimos historia”, dijo a sus seguidores. “Rompimos uno de los techos de cristal más duros de Estados Unidos”. Ella pidió unidad al partido para luchar contra el republicano Donald Trump.
Sin embargo, su rival en la interna, Bernie Sanders, se resistía a abandonar la contienda. Además de New Jersey, donde ella se impuso con comodidad, esta noche se votaba en otros cinco estados, incluido California, el más poblado del país, donde las encuestas daban una leve ventaja a Hillary. Varios medios estadounidenses, encabezados por la agencia de noticias AP, que llevó durante todos estos meses un minucioso cálculo de los apoyos que tenía cada candidato, aseguraban que Hillary había logrado el lunes superar el umbral de los 2.383, entre delegados y “superdelegados”, que la elegirán en la convención de Filadelfia de finales de julio. Esto sucedió porque el domingo alcanzó una victoria en Puerto Rico que le asignó 23 delegados y luego varios “superdelegados” –personalidades del partido que no son elegidas por voto popular– manifestaron que la votarían a ella en la convención. O sea que, aunque hubiera perdido en todos los estados anoche, igualmente ella habría sido nominada.
Pero hasta esta noche la ex secretaria de Estado no había cantado victoria, temiendo una desmovilización de sus seguidores en las primarias de anoche, especialmente en California. Sin embargo, en un comunicado emitido ayer por mail a sus seguidores tras los resultados de New Jersey ya se dio por ganadora.
“Lo que hicimos esta noche es la prueba de lo que podemos hacer juntos”, dijo al hacer un llamado a la unidad del partido. “Juntos, hemos asegurado la nominacion demócrata”, agregó. “Vamos a ganar la Casa Blanca en noviembre y haremos historia otra vez”, señaló. Y en otro tramo de su mensaje fue más allá al criticar a Trump: “No podemos dejar a este hombre que denigra a las mujeres, que ataca a la gente por su raza o religión y tiene teorías conspirativas que llegue al Salón Oval”. “No debemos permitir que sea Comandante en Jefe un hombre que permitirá a nuestras tropas cometer crímenes de guerra matando a las mujeres y los hijos de terroristas”, señaló.
Hillary embiste ahora a Trump, pero aún enfrenta un problema: Sanders, el autoproclamado “demócrata socialista”, ignora su victoria. Hasta anoche insistía en que el candidato demócrata no será elegido hasta la convención, entre el 25 al 28 de julio en Filadelfia.
La campaña de Sanders está furiosa. Dicen que lo que había sucedido era un “símbolo perfecto” de lo que su candidato predicaba: la injusticia del sistema electoral partidario, donde un grupo de 720 “superdelegados”, que no habían sido elegidos por los votantes, inclinaba la elección. Y, que, además, había sido anunciado por la prensa antes de una elección crucial. Sanders acusa a los medios de inclinarse por la ex secretaria de Estado, que simboliza el establishment político.
Lo cierto es que más allá de la espectacular campaña de Sanders –que llegó a límites que nadie hace meses sospechaba– el senador cosechaba hasta el lunes 10,5 millones de votos, mientras que Hillary tenía bastante más, cerca de 13,5 millones. Además, recuerdan los expertos, cuando compitió contra Barack Obama, la ex primera dama se bajó de la contienda y apoyó a su rival cuando la diferencia con él era aún más estrecha que la que tiene con Sanders.
La campaña de la ex secretaria de Estado, que por la feroz competencia interna no podía enfocarse en Trump, pareció reactivarse ayer en una nueva dirección. La líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, expresó formalmente su apoyo a Hillary e invitó veladamente a Sanders a que retire su candidatura. “Bernie sabe mejor que nadie lo que está en juego en esta elección y que ahora debemos unirnos”, dijo Pelosi a ABC. La senadora por California, Bárbara Boxer, señaló: “Basta de Sanders, hablemos de Hillary”.
Por el lado republicano, sin embargo, Trump ya aseguró su nominación, pero al costo de enfrentar fuertes críticas de líderes de su partido.