Benjamín Rojas: "Es impagable cuando la gente te agradece por haberla hecho reír"
El artista habló sobre la satisfacción que encuentra en el teatro, el emotivo encuentro cara a cara con Lionel Messi, como espectador, y su compromiso social
A esta altura, parece redundante presentar a Benjamín Rojas. Desde hace dieciocho años, este actor está grabado en la retina de los argentinos. Chiquititas, Erreway, Casi ángeles y Alma Pirata fueron algunos de los éxitos televisivos en los que dejó su impronta. Hoy, junto a Nicolás Vázquez, está "rompiendo" la taquilla con la obra El otro lado de la cama. Una comedia que ya robó miles de carcajadas en el teatro Apolo. Entre ellas, la del mejor jugador de fútbol del mundo: Lionel Messi. Nada más ni nada menos."Fue increíble. Tenía una sola noche libre por la selección y eligió nuestra obra porque es amigo de Nicolás Vázquez. Cumplí un sueño –admitió Benjamín–. Hablé dos minutos cuando terminó la obra. Tuvo la gentileza de acercarse al camarín. Queríamos que nos firme la camisetita, sacarnos la foto, todo. Por suerte, estuvo muy cordial. Se portó de diez con el elenco. ¡Un genio!".Sobre el placer que le genera el teatro, Rojas afirmó: "La gente se ríe con ganas. Como diciendo ¡qué bueno que me estoy riendo! Es una hora y media de sentarte en un teatro y olvidarte de todo. Es impagable cuando la gente te agradece a la salida del teatro por haberla hecho reír. Te agradecen por ese momento"."La familia y los amigos son el lugar donde me tratan como soy"En paralelo a las tablas y a la pantalla chica, este platense de apenas 31 años sigue construyendo su carrera musical. Después de Roco, la banda que formó con su amigo de toda la vida, Felipe Colombo, pone a rodar un disco como solista donde mecha una dosis de rock and roll con algo de pop. "La música resultó ser un buen lugar para refugiarme. Empezó como un hobby. Después, conociendo los instrumentos, la guitarra, me di cuenta que me apasionaba. Puedo estar tres horas seguidas jugando con la guitarra –contó-. Mis otros refugios son la familia y los amigos. Encontré ahí un lugar donde me tratan como soy, como si no fuese un actor, un conocido. Me tratan como uno más y eso es importante".Como todo artista, Benjamín está expuesto a la crítica. Desde los doce años su trabajo es evaluado por el ojo quirúrgico del periodismo. ¿Cómo lo maneja? "En el fondo le prestás atención. Si está tu nombre, vas a parar la oreja a ver qué dijo este o aquél. Es muy difícil evitar que cale hondo cuando hay una crítica mala. Pero yo aprendí que no sirve tanto la crítica para la carrera. Vos podés tener un Martín Fierro, una buena crítica, pero si no te reinventás, no sirve mucho un premio. Digo: es un lindo reconocimiento, pero no podemos permitirnos que eso sea una mochila que llevamos toda la carrera", aseguró.Una faceta desconocida de Benjamín es su compromiso socialUna faceta desconocida de Benjamín es su compromiso social. Ha colaborado con la Fundación Pupi, CILSA y también ha participado en campañas de concientización vial para jóvenes. "Si hay alguien que está organizando eso de una manera seria, con muchos años de trabajo, y te invitan a que participes, te indica que te están dando un lugar que ellos consideran que es importante. Para mí es admirable que alguien haga eso y se dedique a eso. Entonces, por supuesto, si me convocan, siempre trato de participar", apostilló.Para cerrar, Benjamín les recomendó "paciencia y más paciencia" a todos aquellos chicos que están haciendo sus primeras armas en el mundo de la actuación: "Es una carrera de resistencia. Tarda años en crecer. Y por supuesto: estudien. Métanse en cursos, talleres, todo. Que haya variedad. Entrar en un taller que te interesa, pero después salir y meterte con otro director u otro profe de teatro que tenga otra técnica. Entonces, vos ahí tenés un parámetro y, al mismo tiempo, te vas enriqueciendo".