Viernes 22 de Noviembre de 2024

MUSICA

3 de junio de 2016

La Discoteca del Gata

Hoy elegimos al tango mas famoso del mundo....La Cumparsita

El famoso tango La Comparsita fue escrito por el uruguayo Gerardo Matos Rodriguez en el año 1917 en un cafe conocido como La Giralda, Montevideo, Uruguay. Gerardo tenia solo 17 años cuando compuso La Comparsita y en aquel momento no se imaginaba que estaba creando uno de las mas famosas composiciones de tango en toda la historia.

Siete años mas tarde viajo a Paris, Francia, donde conocio al famoso Francisco Canaro, y descubrio que su tango era el mayor hit en Paris. Mientras tanto, los escritores de tango Enrique Maroni y Pascual Contursi le dieron letra y lo renombraron Si Supieras. Los proximos veinte años Gerardo los paso en la corte tratando de revalidar sus derechos como autor de La Comparsita, el tango mas famoso del mundo. El tango La Cumparsita es el himno de los tangos uruguayos.

Con respecto a quien grabo por primera vez La Comparsita, no se ha llegado a un acuerdo aunque la mayoria de las fuentes aportadas por la historia del tango Argentino concuerdan que Roberto Firpo fue quien lo grabo por primera vez con su orquesta de tango.
La Cumparsita

Lyrics & music: Gerardo Matos Rodriguez

La Cumparsa
de miserias sin fin
desfila,
en torno de aquel ser
enfermo,
que pronto ha de morir
de pena.
Por eso es que en su lecho
solloza acongojado,
recordando el pasado
que lo hace padecer.

Abandonó a su viejita.
Que quedó desamparada.
Y loco de pasión,
ciego de amor,
corrió
tras de su amada,
que era linda, era hechicera,
de lujuria era una flor,
que burló su querer
hasta que se cansó
y por otro lo dejó.

Largo tiempo
después, cayó al hogar
materno.
Para poder curar
su enfermo
y herido corazón.
Y supo
que su viejita santa,
la que él había dejado,
el invierno pasado
de frío se murió

Hoy ya solo abandonado,
a lo triste de su suerte,
ansioso espera la muerte,
que bien pronto ha de llegar.
Y entre la triste frialdad
que lenta invade el corazón
sintió la cruda sensación
de su maldad.

Entre sombras
se le oye respirar
sufriente,
al que antes de morir
sonríe,
porque una dulce paz le llega.
Sintió que desde el cielo
la madrecita buena
mitigando sus penas
sus culpas perdonó.

 

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