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INTERNACIONALES
18 de marzo de 2016
Tras la anulación de la asunción de Lula, la oposición acelera el juicio político a Rousseff
Luiz Inácio Lula da Silva divulgó una carta abierta en la que pidió justicia ante lo que calificó de "tristes y vergonzosos episodios", en referencia a escuchas telefónicas de las que fue objeto, entre otras acciones vinculadas a la Policía Federal y el Poder Judicial.
"Los tristes y vergonzosos episodios de las últimas semanas no me harán descreer de la institución del Poder Judicial. Ni me harán perder la esperanza en el discernimiento, en el equilibrio y en el sentido de equilibrio de ministros y ministras de la Corte Suprema", expresó en su carta abierta difundida anoche.
"Justicia, simplemente Justicia es lo que espero, para mí y para todos, en la vigencia plena del estado de Derecho democrático", añadió según la agencia DPA.
El ex mandatario enfrenta al menos cuatro procesos en la Justicia, por delitos de tráfico de influencia internacional, lavado de dinero, falsedad ideológica y corrupción.
En las últimas semanas, fue objeto de una conducción coercitiva para ser interrogado por la Policía Federal, por su presunta vinculación con la trama de corrupción que operó en Petrobras.
También fue denunciado penalmente y tiene pendiente una petición de prisión preventiva por sospecha de haber recibido lujosos inmuebles por parte de constructoras implicadas en la trama ilegal que defraudó al ente estatal.
Se sospecha que estas propiedades fueron una especie de retribución por por su ayuda en la obtención de contratos petroleros.
A raíz del cerco policial y judicial, la Justicia suspendió la investidura de Lula como jefe de Gabinete del Gobierno de Rousseff por entender que el nombramiento tenía como único objetivo conferirle el privilegio de los fueros y evitar, de este modo, ser enjuiciado.
El ex presidente, quien gobernó el país entre 2003 y 2010, afirmó en la carta que confía "en las instituciones democráticas, en la relación independiente y armónica entre los Poderes de la República, según lo establecido en la Constitución Federal".
"Creo también en los criterios de imparcialidad y equilibrio que orientan a los magistrados involucrados en esta noble misión", agregó.
Destacó que en función de esa confianza, ha recurrido últimamente a la Corte Suprema "para garantizar derechos y prerrogativas que no me alcanzan a mí exclusivamente, sino a cada ciudadano y a toda la sociedad".
Lula afirmó que durante los ocho años en que gobernó el país, tuvo "oportunidad de demostrar aprecio y respeto por el Poder Judicial" con el cual mantuvo, aseguró, "una relación cotidiana de respeto, diálogo y cooperación".
Lula criticó, puntualmente, los audios divulgados el miércoles por la Justicia, que contienen escuchas telefónicas autorizadas judicialmente de conversaciones telefónicas que mantuvo con diversos políticos y asesores.
Una de las conversaciones grabadas fue mantenida con Rousseff, y fue la que reforzó las sospechas de que la mandataria lo nombró ministro para evitar su arresto.
Tras criticar con vehemencia la divulgación de algunos tramos de conversaciones que, resalta, fueron mantenidas en ámbitos privados, el ex mandatario concluyó: "No tuve acceso a grandes estudios formales, como saben los brasileños. No soy doctor, letrado, jurisconsulto. Pero sé, como todo ser humano, distinguir lo correcto de lo equivocado; lo justo de lo injusto", concluyó.