Viernes 22 de Noviembre de 2024

JUDICIALES

22 de noviembre de 2015

El verdulero y su amigo, enviados a juicio por el crimen de Guillermo Arias

El hecho sucedió en abril de 2014. Varela buscó a Arias en su casa y lo ultimó de un disparo.

El fiscal Miguel Mauvecín elevó a juicio la causa por el crimen de Enrique Guillermo Arias, quien fue ultimado de un disparo por Raúl Fernando Varela, dueño de una verdulería en donde la víctima había ingresado a robar. Bulacios, un amigo de Varela, también fue imputado acusado de haber privado de la libertad a otro sujeto a quien obligaron a que les dijera dónde se encontraba Arias.

Según la instrucción de la causa, Raúl Fernando Varela fue imputado de los delitos de "privación ilegitima de la libertad agravada por ser cometida con violencia y amenazas" en calidad de coautor y de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego" en calidad de autor. En tanto Luis Daniel Bulacios fue imputado solo por el primer delito mencionado.

El hecho de sangre sucedió en la madrugada del 11 de abril entre las 4 y 5 de la mañana cuando Jonathan Gabriel Brizuela, Enrique Guillermo Arias y Ramón Tomás Oliva huían del domicilio en donde funciona la verdulería propiedad de Raúl Fernando Varela, ubicado en inmediaciones de la avenida Hipólito Yrigoyen en la zona sur de la ciudad.

La víctima y sus amigos huían del lugar en donde habían ingresado a robar y eran perseguidos por el acusado y otro sujeto no identificado en la instrucción de la causa. Mientras Brizuela, Arias y Oliva huían en dirección al barrio Villa Eumelia, al llegar a la altura del canal de riego Brizuela cayó en una acequia que llevaba agua, situación que fue aprovechada por Varela, quien se abalanzó sobre el sujeto y logró reducirlo. Tras controlarlo y con la ayuda del otro sujeto que lo acompañaba, Varela llevó a Brizuela hasta su casa. En el lugar y con la complicidad de Luis Daniel Bulacios le aplicaron golpes en distintas partes de su cuerpo mientras le exigían que les dijera en dónde se encontraban los elementos que le habían robado. Como Brizuela no respondía a las intimidades, Varela extrajo un arma de fuego y apuntándole en la cabeza le exigió que le dijera quiénes eran los otros sujetos con los que había ingresado a su morada a robar.

Ante la intimidación, Brizuela le proporcionó el nombre de Arias y Oliva. Tras contar con la información que requerían, recién Varela puso en conocimiento del robo al personal de la Dirección Drogas Peligrosas que funciona en cercanías de su vivienda.

Igualmente con la información que tenía Varela se dirigió a la casa de Arias en compañía de Bulacios y el tercer sujeto no identificado y golpeó fuertemente en la puerta de la casa del joven. A los minutos Arias abrió la puerta y ante su presencia Varela le reclamó en dónde se encontraban las cosas que le habían robado. Casi al mismo momento en que le pedía sus pertenencias Varela extrajo el arma de fuego, le apuntó en la cabeza y le descerrajó un disparo a Arias causándole la muerte instantáneamente.

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