Jueves 18 de Abril de 2024

PERSONAJES

21 de noviembre de 2015

El espíritu de Gilda magnetiza las tablas

A casi 20 años de la muerte de la abanderada de la bailanta, con el envión de la película que hará Natalia Oreiro, la actriz Flor Berthold protagoniza esta comedia.

Sorprende el parecido físico, la fisonomía, el tono de voz, el estilo musical de la actriz Flor Berthold, tan cercano a Gilda, a quien interpreta en la obra del mismo nombre. En tiempos en que Gilda vuelve de a poco a estar en el centro de la escena, porque se acerca el rodaje de Natalia Oreiro, que la evocará en 2016 a veinte años de la partida de la referente de la bailanta, esta obra resulta un tierno y sutil vermouth, que invita a disfrutar de un rato agradable, con una historia que combina alegrías, frustraciones, tristezas y pasajes de buena música.

Versión libre del libro de Alejandro Margulis, la “Gilda” teatral propone pinceladas de la vida de la cantante, cronológicamente, dando a conocer sus intensos pero escasos cinco años de trayectoria hasta su trágico final en 1996.

“Nunca me habían comentado del parecido con Gilda antes de interpretarla, y ahora me lo dicen todo el tiempo -dice Flor Berthold, la protagonista-. Pero cuando empecé a investigar sobre ella me encontré con semejanzas que me sorprendieron, como las mismas medidas, la misma altura, el mismo color de pelo y de ojos”.

Cantante, bailarina, dramaturga y también directora, Berthold, que forma parte de una cálida familia de artistas, cuenta que desde hace cuatro años que, pasito a pasito, viene armando este proyecto, que tuvo muchas etapas. “Desde cantar con una banda de cumbia en fiestas, villas, boliches, hasta encontrar el elenco, armar la obra y lo más importante, fui mamá en el medio. Y esta obra no tuvo que ver con el aniversario de su muerte. Yo tengo la pasión de representar mujeres revolucionarias que admiro y me emocionan. Hice a Camille Claudel (escultora, alumna de Rodin), una obra sobre Alejandra Pizarnik, y el año que viene Anais Nin (escritora erótica francesa). Pero es impresionante la cantidad de homenajes a Gilda, hay una energía mística y popular alrededor de ella. Yo creo que cuantas más Gildas existan, mejor”.

Flor admite que no fue sencillo dar con el personaje: “Investigué mucho. Me vi todas las entrevistas y los shows que encontré, y me fui enamorando cada vez más. Su música me llega y me hace bien. Y cantar era una materia pendiente y a raíz de este proyecto retomé las clases”.

La actriz, que también dirige la obra “Ficción”, de la que es autora, subraya que lo suyo no es una imitación sino un tributo. “Mi intención es hacer un pantallazo de su meteórica carrera, que fue como una estrella fugaz que sigue brillando”.

“Gilda” es una obra austera, sin ornamentos ni floripondios, que está hecha con pasión y a pulmón, y con un equipo fuerte que tira para el mismo lado. “Somos un grupo y amamos el proyecto. Puro esfuerzo... Por ejemplo no pagamos prensa, la hace Martín Lavini (uno de los actores; por cierto, el más sólido, ya que compone a dos personajes antagónicos de manera acertada), Iván Espeche (el director) y yo, y sin embargo parece que Gilda nos da una manito”, sonríe.

¿Una obra sólo para fans de la referente de la bailanta? “Para los que la aman, para los que disfrutan sus canciones y para quien no la conozca también. Gilda, con su música, rompió con los esquemas de clase en nuestro país. Gilda atraviesa fronteras y estratos sociales.

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