El secretario de Estado de Seguridad, Marcos Denett, solicitó que los ocho policías involucrados en la causa de Diego Pachao pasen a disponibilidad hasta el desarrollo del juicio por su muerte.

Días atrás, el líder de la cartera de seguridad envió la misiva al jefe de la policía provincial, Julio César Gutiérrez, dando cuenta de que la causa ya se encuentra lista para su etapa de producción de pruebas y posterior desarrollo de debate. Los involucrados en dicha causa son el subcomisario Ramón Ariel Quevedo, el oficial subinspector Gustavo Eduardo Bulacio, el sargento ayudante Pedro Hilario Moya, los cabos Jorge Duilio Montivero y José Daniel Sotomayor, los agentes Claudio Yani Nieva, Ricardo Darío Barrera y María del Carmen Guadalupe Acevedo.

Estos uniformados están imputados por el delito de vejaciones e incumplimiento de los deberes de funcionario público, ya que se les atribuye responsabilidad en las lesiones que sufrió el joven Diego Pachao y el posterior desapego por el estado de salud mientras estuvo detenido en la Comisaría Séptima. En la causa también figuran los civiles Lucas y Darío Leiva, imputados por homicidio preterintencional, ya que le habrían dado una severa paliza al muchacho previo a su arresto, y también el médico de la policía, Duilio Gallo Canciani, acusado de incumplimiento de sus deberes por informar que el joven no presentaba lesiones.

En la nota enviada a la jefatura, a la que El Esquiú.com tuvo acceso, se señala que en vista del estado procesal de la causa, se “deberá disponer en forma inmediata la modificación pertinente en la situación de revista de dichos empleados, conforme a las previsiones contenidas en la Ley del Personal Policial para el caso de marras”.

Consultado al respecto, Denett señaló a este medio que “en la lucha contra el delito, y dentro del Estado de Derecho, personalmente voy a acompañar a las fuerzas del Estado hasta las puertas del propio infierno”, pero aclaró que “más allá de los límites legales, cada uno se deberá hacer cargo de las responsabilidades que les correspondan”.

Diego Pachao murió en el hospital San Juan bautista el 14 de marzo de 2012, luego de haber sido ingresado en grave estado desde la comisaría Séptima, donde permanecía detenido. En base a los datos investigativos que recabaron los fiscales de instrucción Marcelo Sago y Miguel Mauvecín, quienes instruyeron la causa, Pachao mantuvo una pelea junto a un amigo contra los Leiva y en ese marco fue aprehendido.

El 12 de marzo a la 1 de la mañana, el personal que estaba a su cargo decidió llamar a una ambulancia del Same para trasladarlo hacia el nosocomio ya que se encontraba muy delicado. Tras un tiempo de luchar para sobrevivir, el joven y los facultativos no lograron revertir su cuadro y finalmente perdió la vida.

Tras su muerte, se desataron serios incidentes en la Comisaría Séptima a manos de un numeroso grupo de personas que a bordo de motocicletas y a pie arrojaron toda clase de proyectiles contra la dependencia.