A 30 kilómetros de la ciudad de Viedma, en las playas rionegrinas de El Cóndor, fueron observados durante el fin de semana restos de lo que podría haber sido un naufragio.

Se trata de gruesos maderos corroídos por la influencia del mar y el paso del tiempo, los caules ya fueron retirados para su conservación e investigación. Según se supo, estos restos están ahora custodiados por el área de Cultura de la Provincia.

Fue el propio vicegobernador Pedro Pesatti quien confirmó la acción y se mostró expectante ante la posibilidad que se trate del “clipper Cóndor”, un barco que encalló en las costas del balneario el 1881, al frente del faro Río Negro, y cuyo nombre dio décadas más tarde identidad a la villa turística.

El mandatario, quien como historiador investigó a fondo la desventura de ese barco, publicó las imágenes de los restos encontrados, recordó por las redes sociales que “cerca de allí naufragó el clipper Cóndor del que tomó su nombre el balneario”.

No obstante, expresó que “es aventurado hacer cualquier hipótesis sobre el origen de los restos. Hemos puesto en conocimiento de los hechos a la Policía de Río Negro y a la Prefectura Patagones para que se custodie el patrimonio. Nadie debe tomar esos viejos maderos que a partir de ahora son parte del patrimonio de la comunidad”.

Esta aparición de restos en la playa despertó un marcado interés en los amantes del patrimonio histórico y natural, en especial, por los que creen que podrían pertenecer al barco de origen dinamarqués que naufragó en esas costas en diciembre de 1881.

Según cuenta la leyenda local, sus ocupantes fueron hospedados en la única estancia que había cerca del lugar y cuyos habitantes también eran daneses y, así, se dio origen al balneario.

De acuerdo a testimonios que guardan las crónicas de inicios del siglo XX, el barco Cóndor se divisó durante muchos años, pero la acción del mar hizo que esta posibilidad vaya desapareciendo con el avance del tiempo.

En este marco, se han iniciado investigaciones para determinar con fiabilidad si se trata o no del clipper. Pero en las últimas horas trascendió que estos restos pueden responder a lanchas cazoneras que naufragaron en 1949, una de ellas que lo hizo cerca de lo que es hoy la bajada del Faro.

Los restos y la identidad de la región

En diálogo con la agencia APP, el director del Museo de Patagones, Jorge Bustos, explicó que será complejo determinar el origen del naufragio aparecido y sugirió la necesidad de convocar a especialistas.

Sobre este procedimiento, mencionó que “hay que buscar información que dé cuenta de las características del clipper Cóndor y a partir de ahí encontrar las coincidencias con los restos encontrados” e informó que en la costa “hubo decenas de naufragios”, con lo cual no se puede adelantar que haya probabilidades que se trate del barco dinamarqués. “Es una disciplina como la paleontología” detectar de qué naufragio se trata.

Bustos dijo que más allá del origen, esto de descubrir restos de barcos vuelve a instalar la necesidad de tener un lugar en Viedma para poner en valor estos rescates. “Sean o no sean del clipper Cóndor hay que preservar estos restos encontrados, con el tratamiento que corresponde, y tener un lugar para exhibirlo”, aseveró. Además, subrayó que “se debe valorar que haya preocupación por recuperación de patrimonio que hace a la identidad de la región”.

Por su parte, el arquitecto Oscar Sanguinetti dijo a la misma agencia que sin descartar que los restos encontrados pueden ser del clipper que naufragó en 1881, también pueden ser “de unas lanchas cazoneras que naufragaron en 1949, una de ellas que lo hizo cerca de lo que es hoy la bajada del Faro”. En este sentido, expresó que “si hay restos de las cuadernas se puede definir de qué tipo de barco se trata, al igual que con los clavos y herrajes”.

En tanto, mencionó que desde 1881 hasta ahora nunca se encontró nada de El Cóndor, sólo quien fue dueño del Hotel Achavil tenía restos de vajilla y botellas y recordó que los restos de El Cóndor fueron desmantelados por la tripulación y no se sabe qué se hizo de esto, sólo “la familia López Kruuse tiene algún mueble”.

Asimismo, dio detalles del barco El Cóndor, que era de gran dimensión, con una eslora “de más de 40 ó 50 metros”. Entre otras caraterísticas, añadió que “era muy esbelto, con una proa muy afiliada y alta, más mástiles y velas; aunque cada astillero tenía un modelo distinto; los clipper se hicieron famosos porque llevaban la carga de té de India a Estados Unidos e Inglaterra” en los siglos XVIII y XIX.

El Cóndor le debe su nombre a un barco

   El balneario ubicado en la franja costera de la provincia de Río Negro, a 288 kilómetros de Bahía Blanca por la ruta provincial 1, le debe su nombre a un barco de origen dinamarqués llamado El Cóndor que naufragó en esas costas en diciembre de 1881.

   Sus ocupantes se hospedaron en la única estancia que había, cuyos dueños también eran daneses.

   El carpintero de a bordo, Peter Hansen Kruuse, se casó con una de las hijas del danés que administraba la estancia y tuvieron 13 hijos.

   Uno de ellos fue el corredor de autos Arturo Kruuse y el otro fue el primer maestro recibido en la Patagonia y director del colegio Normal de Bahía Blanca, Emilio Kruuse.