Viernes
22 de Noviembre de 2024
SOCIEDAD
5 de octubre de 2015
Una intervención artística le había hecho “perder” su look característico. Ayer quitaron la carcasa que tapaba el ápice.
Luego de una intervención artística que duró dos semanas, el Obelisco recuperó su punta. El artista Leandro Erlich la había hecho desaparecer como parte de su proyecto “La democracia del símbolo”, lo que había dejado al monumento más emblemático de la Ciudad sin su apariencia característica.
Erlich, conocido por sus instalaciones que juegan con la ilusión óptica, había recubierto la punta del monumento con un capuchón rectangular de tres toneladas y la ayuda de una grúa, la misma que ayer por la mañana quitó la carcasa que devolvió la habitual postal de la 9 de Julio y avenida Corrientes.
La “desaparición” momentánea de la punta del Obelisco implicó además el traslado de una réplica idéntica del ápice a la explanada del Malba (Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires), en Figueroa Alcorta 3415, donde permanecerá hasta marzo del año que viene, con entrada gratuita.
La obra permite introducirse así “adentro” de la emblemática punta del edificio para disfrutar de las panorámicas que se tendrían desde arriba, y de esa manera descubrir su vista aérea por primera vez desde su fundación hace casi ocho décadas.
“La democracia del símbolo” es el primer proyecto de carácter site-specific (creado para existir en un determinado lugar)que Erlich produce en su ciudad natal, donde ya había inaugurado en la Usina del Arte porteña, en 2012, una fachada de una casa típica de principios del siglo XX a la que la gente podía trepar, lo que creaba la ilusión de estar cayendo al vacío.