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22 de Noviembre de 2024
JUDICIALES
28 de septiembre de 2015
El abogado de la víctima, Luis Armando Gandini, pide que vuelva a ser detenido mientras continúa la investigación penal.
El médico siquiatra que fue imputado por un grave hecho de abuso sexual en contra de una paciente recibió la libertad bajo una fianza de 100.000 pesos apenas 24 horas después de que el juez José Antonio Carma dispusiera que permaneciera detenido.
El beneficio hacia el imputado, dictaminado por el fiscal Roberto José Mazzucco -quien tiene a su cargo la investigación- fue cuestionado por el abogado querellante, Luis Armando Gandini, quien solicitó que se anule esa resolución y que el profesional sospechado vuelva a prisión.
El galeno fue detenido semanas atrás casi dos años después de que la víctima, quien estuvo bajo tratamiento psiquiátrico a su cargo internada en un clínica de esta ciudad, lo denunciara por someterla sexualmente mientras se encontraba bajo los efectos de medicamentos que afectaban su voluntad y la tenía a su merced.
La joven debió recibir tratamiento psicológico para poder recordar los hechos de los que fue víctima y tras la denuncia, las pericias practicadas por orden de la Justicia apuntalaron su versión, por lo que se ordenó imputar al siquiatra por abuso sexual con acceso carnal agravado por ser responsable de la guarda.
Durante el trámite de la investigación, el pasado 14 de septiembre se llevó a cabo la audiencia de control de detención. Allí, acudió en calidad de subrogante el fiscal Juan Pablo Morales, quien tras analizar las constancias de la causa solicitó mantener la privación de la libertad del imputado. Morales evaluó que había suficientes elementos para sostener la acusación y que por la gravedad del hecho y el monto de la pena que le cabría en caso de ser hallado culpable, no hay garantías de que el imputado no trate de eludir la investigación.
A su turno, el defensor, Luciano Rojas, consideró insuficiente la prueba por no existir un informe médico que acreditara el abuso; aunque hay que señalar que los hechos ocurrieron
durante el año 2008 y la denuncia se radicó cinco años después, cuando la víctima estuvo en condiciones de hacerla, por lo cual un examen médico sería inconducente en este caso.
Así lo entendió también el juez Carma, quien confirmó la detención del profesional. No obstante, 24 horas después, el sospechoso estaba en libertad por disposición del fiscal Mazzucco.
En la resolución del fiscal, señala que existen en la investigación “todos los elementos de prueba de cargo que se pueden recabar en este tipo de delitos y que permiten llegar al estado de convicción que se requiere para la más gravosa de las medidas” (es decir mantener la privación de la libertad); pero a renglón seguido señala que “mal se podría decir que el encartado podría eludir el accionar de la Justicia (...) conforme a la documentación aportada por la defensa en relación a la solvencia material y arraigo comprobado en la causa, dan cuenta de la actividad laboral, permanente y probada que lleva a cabo”.
De esta forma, al día siguiente de que se confirmara la detención del sospechoso, le impuso una caución personal de 100.000 pesos. Es decir que básicamente presentó un fiador para garantizar su sometimiento a la investigación.
Oposición
En su presentación elevada al fiscal Mazzucco, Gandini destaca que “sin que mediare ninguna actividad procesal que permita agregar nuevas constancias a la causa que confirmen o rechacen la postura exculpatoria del acusado, a las 24 horas de haberse confirmado y ordenado la detención, se dispone el recupero de la libertad en contradicción con expresas disposiciones en contrarios contenidas en la norma del artículo 292” del Código Penal.
Sospechas
La polémica se presenta porque el fiscal actuante utilizó los mismos argumentos para solicitar su detención originaria y para disponer la libertad de Ibarra, a pesar que el juez de Garantías consideró que se daban todas las condiciones para que el imputado continuara detenido por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda, el que por su gravedad, de aplicarse condena, ésta tendría que ser efectiva.