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22 de Noviembre de 2024
SOCIEDAD
15 de septiembre de 2015
El 16 de septiembre de 1976 diez estudiantes secundarios de la Escuela Normal Nro 3 de la Plata son secuestrados tras participar en una campaña por el boleto estudiantil. Tenían entre 14 y 17 años. El operativo fue realizado por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejercito y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps, que calificó al suceso como lucha contra "el accionar subversivo en las escuelas". Este hecho es recordado como "La noche de los lápices".
Cada 16 de septiembre se recuerda los 10 secuestros y asesinatos por parte de policías y militares en la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires.
Emilce Moler es uno de los cuatro sobrevivientes de esta “La Noche de los Lápices“ que en realidad ocurrió entre el 9 y el 21 de septiembre de 1976.
Moler era un militante político que se oponía a la dictadura. Con tan solo 16 años ella recuerda cómo esa noche una banda de encapuchados la sacó de su casa, al igual que a otros compañeros que continúan desaparecidos.
Solo Pablo Díaz, Gustavo Calotti, Patricia Miranda y Emilce Moler sobrevivieron a ese episodio.
Actualmente Emilce Moler, originaria de La Plata, vive en Mar del Plata con su familia. A ella, después de estar presa en la cárcel de Deboto hasta 1979, le dieron libertad vigilada, pero le prohibieron volver a vivir en La Plata.
Hoy es profesora de Matemáticas, máster en Epistemología y doctora en Bioingeniería; se especializa en procesamiento de imágenes médicas y de antropología forense.
En memoria de las víctimas desaparecidas se dispuso que el 16 de septiembre sea recordado como “La Noche de los Lápices“, también se conmemora el Día del Estudiante Secundario y en todas las escuelas argentinas se realizan actos conmemorativos.
Este suceso se llevó a la pantalla grande en la película de Héctor Olivera, con el mismo nombre “La Noche de los Lápices“.
EL TERROR EN LAS AULAS
Uno de los aspectos más dramáticos de la represión vivida en aquellos años fue el secuestro de adolescentes. Llegaron a 250 los desaparecidos que tenían entre 13 y 18 años, claro que no todos estudiaban. Muchos se habían visto obligados a abandonar la escuela para incorporarse al mundo del trabajo.
Pero de los procedimientos utilizados surge claramente que no se trataba de hechos aislados, sino de una investigación pormenorizada en distintas escuelas. En una entrevista concedida a un grupo de padres, un coronel de Campo de Mayo les expresó que se llevaban a los jóvenes que habían estudiado "en colegios subversivos para cambiarles las ideas".
El 16 de septiembre de 1976, 10 estudiantes secundarios de la Escuela Normal Nº 3 de la Plata, son secuestrados tras participar en una campaña por el boleto estudiantil. Todos tenían entre 14 y 17 años. El operativo fue realizado por el Batallón 601 del servicio de Inteligencia del ejercito y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps, que califico al suceso como "accionar subversivo en las Escuelas". Este hecho es recordado como "La noche de los lápices".
Solo tres de ellos aparecieron un tiempo después. Pablo Díaz, uno de los liberados, declaró en el juicio a las ex juntas: "Yo pertenecía a la Coordinadora de Estudiantes Secundarios de la Plata y con los chicos del colegio fuimos a presentar una nota al Ministerio de Obras Públicas".
Levantaron chicos en algunos colegios que tenían "marcados" y enemigo era todo aquel estudiante que se preocupara por los problemas sociales, por fomentar entre los estudiantes la participación y la defensa de los derechos de los mismos.
HOY LOS LAPICES SIGUEN ESCRIBIENDO.