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22 de Noviembre de 2024
SOCIEDAD
8 de septiembre de 2015
Ada Rizzardo, madre de María Soledad Morales, aseguró hoy al cumplirse 25 años del crimen de su hija, que marcó un hito en la historia de Catamarca, que pese al tiempo transcurrido "las heridas siguen". "A nosotros nos mintieron, nos humillaron, nos hicieron sentir culpables de lo que pasó", recordó la mujer, quien pudo quebrar el encubrimiento político y judicial del caso con el apoyo de los pobladores de Catamarca que participaron de decenas de marchas de silencio en reclamo de justicia.
Hace 25 años, el viernes 7 de septiembre de 1990, la adolescente María Soledad Morales salía de su casa rumbo a la discoteca Le Feu Rouge para participar de un baile de egresados donde juntaban dinero para pagarse un viaje a Bariloche, pero esa fue la última vez que su familia y amigos la vieron con vida.
La estudiante apareció muerta el lunes 10 en el parque Daza. Había sido llevada por su amigo Luis Tula desde el boliche a otro, donde la entregó a un grupo que realizó una orgía donde la adolescente fue violada y le hicieron consumir cocaína hasta provocarle una sobredosis que la mató.
En el lugar se encontraba Luis Luque, hijo de una familia adinerada y del entonces diputado nacional por el PJ Angel Luque, lo que generó una cadena de encubrimiento del crimen de la que participaron funcionarios, policías y un sector de la justicia. Sin embargo, las movilizaciones que encabezó la familia de la joven junto a la directora del colegio católico en el que estudiaba, la monja Marta Pelloni, pusieron el foco en Catamarca al punto que el gobierno nacional impulsó la intervención de la provincia, lo que provocó la histórica caída del peronismo local.
Hoy, años después de que la justicia condenara a Tula y Luque por el crimen y a varios funcionarios por el encubrimiento, Ada Rizzardo señaló que "dicen que a medida que pasa el tiempo las heridas van cerrando pero a nosotros no, las heridas siguen". "Creo que a ninguna madre le cierra una herida como esta. Mi familia ha quedado marcada para siempre".
Adda Rizzardo recordó: "A mí me arrebataron a mi hija dos veces, una física y otra moral. A nosotros nos mintieron, nos humillaron, nos hicieron sentir culpables de lo que paso".
Los Morales recordaron a María Soledad con misas que se realizaron en su memoria en la parroquia de su barrio, mientras hoy habrá otra ceremonia en el colegio del Carmen, al que asistía la joven. En ese encuentro, las ex alumnas y directivos del colegio colocarán una placa recordatoria a 25 años del crimen y para participar del acto viajará especialmente desde Corrientes, la monja Pelloni. También se realizará un oficio religioso en la iglesia de Villa Dolores, a partir de las 20.30.