Dos hermanos de 31 y 34 años que residen en el populoso barrio de Villa Cubas vieron allanados sus domicilios y desbaratados sus negocios clandestinos de venta de estupefacientes en la noche del sábado. Según se pudo conocer, todos los integrantes de la familia trabajaban en forma conjunta y los hermanos, distantes a 5 cuadras uno del otro, no competían entre sí: uno vendía cocaína y el otro marihuana.

La investigación sobre esta narcofamilia inició meses atrás, ya que comenzaron a recibirse numerosas denuncias anónimas en las que se daba cuenta de que en ambos “kioscos” de drogas la actividad se había incrementado en los últimos tiempos y se comercializaba de forma indiscriminada a mayores y menores de edad. La afluencia de gente era constante en los lugares, causando molestias además a los vecinos.

De acuerdo a la información oficial, a las 22.45 se realizaron de forma simultánea dos allanamientos en los domicilios de estos hermanos. Uno se ubica sobre la calle General Díaz y el otro está localizado en General Conesa.

Un dato preocupante respecto al allanamiento que se pudo conocer es que los menores de edad que residen en los lugares, como también algunos de sus jovencitos amigos, estaban al tanto de la actividad ilegal que se llevaba a cabo en sus casas y hacían las veces de “campana” para alertar sobre movimientos sospechosos o la presencia policial.

Personal de la dirección de Drogas Peligrosas con la colaboración de efectivos de Comisaría Quinta irrumpieron en los domicilios cuando los menores que los vigilaban bajaron la guardia.

Tras las requisas, los investigadores incautaron 378 gramos de marihuana, 70 gramos de cocaína, 18.050 pesos en efectivo, dos balanzas digitales, una balanza de mesa y varios teléfonos celulares. Tal era la naturalidad con que se llevaba adelante la venta, que en uno de los domicilios la sustancia estaba dentro de una caja de zapatos en la cocina, a la vista de todos.

En consecuencia, una mujer de 29 años y los dos hermanos, de 31 y 34, quedaron en calidad de detenidos a disposición de la Justicia federal, organismo desde el que se emanaron las órdenes de allanamiento.