En el debate que había iniciado ayer, el hombre confesó los abusos tal y como lo había hecho en la etapa de instrucción por lo que las partes decidieron prescindir de testigos y pasar directamente a los alegatos, tras los cuales, el tribunal en forma unánime, decidió condenarlo a 25 años. 

Durante sus alegatos, la fiscalía había solicitado una pena de 25 años ya que consideraban el agravante de que el sujeto había embarazado a una de sus hijas. 

Los hechos ocurrieron en la localidad capayense de Chumbicha desde 2009 hasta el año pasado, y trascendieron porque dejó embarazada a una de las criaturas.

Según se pudo saber, la abuela de las víctimas habría comenzado a dudar cuando supo que estaba embarazada y decidió radicar la denuncia. Tras esto, la madre de las niñas, quien primeramente no habría sospechado nada, comenzó a indagar hasta que recibió una respuesta afirmativa por parte de ambas.

Las criaturas relataron que su padre perpetraba los ultrajes en dos moteles de la Ciudad Capital. La menor que quedó embarazada, quien en ese entonces tenía 12 años, manifestó que había sido accedida carnalmente en todas las oportunidades que era llevada al hotel alojamiento, sin brindar precisiones en cuanto al número exacto de ultrajes. 

La hermana, en tanto, explicó que abusaba sexualmente de ella cuando la madre se marchaba a trabajar. En una oportunidad lo habría hecho con una mientras obligaba a la otra a observar la escena. Estos ultrajes eran perpetrados en la cama matrimonial, según la denuncia.