Viernes 22 de Noviembre de 2024

EDITORIAL

18 de agosto de 2020

Por el Periodista Kelo Molas: Lo que faltaba: ¿está prohibido angustiarse?

El concepto, repetido por el gobernador Axel Kicillof el pasado viernes, había sido expresado por el propio presidente Alberto Fernández hace dos meses: “Angustioso es lidiar todos los días con esta enfermedad, ver que se acaban las camas, que se te muere un familiar”.

Pidió además, “sinceramente”, que “dejen de atacar y cuestionar todo lo que se hace”. El mensaje estaba dirigido a una oposición política inexistente (a menos que se le quiera dar identidad de oposición a alguien como Patricia Bullrich o al impresentable de Mauricio Macri) y, por supuesto, a cierto sector del periodismo (para el kirchnerismo Clarín sigue siendo el enemigo a vencer), que usa en sus titulares la palabra angustia para referirse al estado en que se encuentra gran parte de la población argentina por razones que todos conocemos y padecemos. Tiene razón lo que manifiesta Kicillof entre las razones para angustiarse, pero se olvidó que en ese estado de aflicción, tristeza y sufrimiento están además:


-Los que no tienen trabajo.
-Los que tenían y perdieron la fuente laboral.
-Los que no tienen para comer y deben hacer largas colas para que les donen un plato de comida para llevarles a sus hijos.
-Los que no pueden comprar remedios.
-Los que hace mucho no cuentan con un peso en el bolsillo porque ni siquiera pueden hacer changas.
-Los jubilados, eternos postergados (y al momento de tenerlos en cuenta les tiran unas migajas) que cobran cifras miserables.
-Los que se acuestan por la noche y se levantan por la mañana agobiados y doloridos porque la panza les hace ruido por la falta de alimentos.
-Los que están pasando el invierno con hambre y frío. Sin pan y sin abrigos.
-Los mayores que no pueden ver a sus hijos y nietos.
-Los chicos que no pueden ver a sus abuelos y otros afectos.
Todos ellos están sufriendo las consecuencias de la pandemia. Y están angustiados. ¿Hay alguna razón para estar alegres, tranquilos y aliviados hoy en este país y en muchos países del mundo? Creemos que no, en medio de tantas muertes. 

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  Para ayer estaba previsto un banderazo denominado “17 A”, una movida irresponsable en los tiempos que vivimos. Allí, con seguridad, no habrán estado los que realmente se sienten angustiados por la situación actual. Tampoco estuvo Macri, que de manera torpe, obscena y provocativa exhibe por París sus hilachas al compás del tango gardeliano que dice “arrastrando por el mundo la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser”. Está claro que a una gran porción de argentinos les sobran motivos para estar angustiados y bajo el signo de la incertidumbre, más allá de todo lo que haga el Gobierno nacional para aliviar la pesada carga de la pandemia y sus dolorosas consecuencias. No deben enojarse los gobernantes con los ciudadanos que sienten pena y desesperación por lo que está pasando. No deben profundizar la grieta cuando hay gente que manifiesta su pesar porque la está pasando mal; está sufriendo una calamidad mundial. En honor a la verdad, la Argentina la viene pasando muy mal desde 2009 hasta 2019 por culpa de políticos mentirosos, corruptos y afines. Muchos de los cuales (sin distinción de género) levantan la bandera del odio (no lo pueden disimular) y no admiten una realidad que está a la luz de todos. No hay lugar para el odio: que ella (con minúsculas) y todos los kirchneristas y macristas así lo entiendan. Ya lo decía el General: “La única verdad es la realidad”. A menos que esperen, en vano, que los que están sufriendo respondan “¡de diez!” cuando se les pregunta cómo la están pasando. A no equivocarse entonces: hay sobradas razones para estar angustiados, un sentimiento que por ahora no se puede esconder; tampoco disfrazar. Salvo, claro está, que el odio y el fanatismo les siga tapando los ojos para no ver y entender por qué hay tanta angustia en nuestro país. Esa misma angustia que debe tener Alberto Fernández cuando pide soluciones a su alrededor  y le devuelven odiosas ocurrencias.


Kelo Molas

 

FUENTE: EL ESQUIU

https://www.elesquiu.com/politica/2020/8/18/lo-que-faltaba-esta-prohibido-angustiarse-368085.html

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