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POLICIALES
28 de abril de 2020
El traslado es menos riesgoso. En varios puntos del país, las principales marcas escasean.
Los contrabandistas encontraron una veta para poder salir airosos a la paralización de la industria tabacalera: optaron por dedicarse al transporte de cigarrillos, cuya demanda es altísima. El riesgo es doble para el tráfico de estupefacientes.
Los retenes en las distintas localidades por la Emergencia Sanitaria en el marco de la lucha contra el COVID- 19, habían generado también unas fuerte disminución en el contrabando de drogas, ya que la posibilidad de ser descubiertos aumentó considerablemente. Sin embargo, esa misma pandemia complicó el negocio de los contrabandistas también les brindó una oportunidad única con el tráfico de cigarrillos.
Por su alto nivel adictivo y la escasez que se generó en los grandes centros urbanos, como es el caso de esta ciudad donde es casi imposible conseguirlos, la demanda de cigarrillos es incluso superior a la de cualquier otra droga, pero al ser de consumo legal, su transporte representa un riesgo mucho menor. Esto, a su vez, trajo como consecuencia la activación de producción local de marihuana (ver recuadro).
Sin ayuda del coronavirus, el contrabando de cigarrillos igualmente encabeza el ranking de los productos que más se trafican ilegalmente, según la Asociación Latinoamericana Anticontrabando (ALAC). En números representa “el 54 por ciento del mercado de Brasil, el 24% del chileno y el 12 del argentino”, detalló Edson Vismona, presidente pro tempore de la ALAC, en una nota publicada en Clarín a mediados de 2019.
Ante esto, el cada vez más sediento mercado argentino (en el que ya hace rato los consumidores no encuentran su marca preferida o la pagan más cara de lo habitual) cobra otro brillo. Con el agregado extra: la bajante del Río Paraguay y sus afluentes está haciendo el trabajo de los paseros un juego de niños.
"Si a eso le sumamos que los contrabandistas saben que si los agarran con cocaína y marihuana van presos y si los agarran con cigarrillos pagan una multa, las cuentas son sencillas", explicó una fuente conocedora del comercio ilegal en la frontera entre Paraguay y Formosa.
En distintos procedimientos realizados en los últimos 15 días -del 9 al 24 de abril- Prefectura y Gendarmería secuestraron 81.000 paquetes de cigarrillos paraguayos por valor de unos 12 millones de pesos. La mayoría fueron decomisos chicos, en camionetas, dado que los expertos en logística saben que lo primero que se está parando en la ruta son los grandes camiones.
Panorama crítico
Según datos del propio sector, la industria emplea a 200.000 personas en forma directa en todo el país y cerca de 1 millón en total. Además, datos del Ministerio de Agroindustria revelan que en 2019 se despacharon 1.658 millones de atados de 20 unidades, por un valor de $135.101 millones. British American Tobacco y Massalin Particulares, la empresas que concentran el mercado local, le pidieron al Gobierno que la actividad quede exceptuada y ya hablan de faltantes importantes de la principales marcas con impacto extra en los quioscos, donde los cigarrillos representan más del 30% del total de las ventas.